Para especialistas tenían que retomar los estudiantes las clases presenciales, para que muchas de las consecuencias socioemocionales post-pandemia quedarán evidentes, así además del incremento en casos de bullying, violencia escolar, el síndrome de cutting aumentó un 15% durante el ciclo escolar, en Tehuacán.
A raíz de la pandemia incrementaron muchas prácticas violentas mediante las cuales los adolescentes buscan desahogar sus emociones, sentimientos e impulsos que por el confinamiento se vieron reprimidos, o incluso por el estrés que esta ocasionó. Así el cutting que consiste en autolesionarse (cortarse) cualquier parte del cuerpo, generalmente las extremidades como brazos y piernas, a fin de somatizar el dolor emocional con el físico, pasó de estar presente en el 5% de cada 100 aprendientes (activos en asesoría psicológica), al 20%, tan solo durante la transición de clases a distancia a presenciales.
El 60% de quienes llevaron a cabo dicha práctica eran mujeres, y aunque el rango etario en el que predominó el cutting va de los 14 a los 17 años, también han sido detectados casos en alumnos de nivel primaria. Se trata de una práctica sutil, puesto que buscan cortarse en partes donde no se vea o sean cubiertas por alguna prenda de ropa.
No obstante, hay otras prácticas que se volvieron frecuentes entre los adolescentes durante el confinamiento como es el sexting, no obstante, después del encierro voluntario y el retorno a las aulas incrementó la violencia en el noviazgo y el bullying.
Puesto que prevalece un gran descuido entre las relaciones familiares de núcleos (padres e hijos), ya que muchos menores, pasan prácticamente sus etapas de desarrollo en soledad, y frente a las problemáticas y redes sociales son ampliamente vulnerables, remató Carlos Aguilar Sánchez, Psicólogo, abogado y especialista en Investigación Educativa, además de encargado del Departamento Psicopedagógico del Centro Universitario Tehuacán.