Los estragos psicológicos por la pandemia de Covid-19 han generado nuevas prioridades educativas, como lo es el manejo y control emocional de los niños, adolescentes y jóvenes; que de no atenderse podrían incluso aumentar los cuadros de estrés y depresión infantil, que alcanzaron un repunte del 30% en Tehuacán, durante el confinamiento.
Carlos López Méndez, psicólogo puntualizó que uno de los principales retos a los que van a enfrentarse los maestros, en primera instancia es al respeto de límites y normas, ya que después de un largo periodo fuera de las aulas, "generalmente los niños vienen más descontrolados", dijo.
Además de ello, por un lado la rutina de los protocolos sanitarios preventivos, y por el otro la limitación de una convivencia física, contribuirán a ambientes de estrés y depresión, por lo que una educación emocional-expresiva tendrá que ser prioridad incluso sobre la curricular.
"Puede ser a través de cartas, el dibujo, la pintura, composiciones literarias o musicales, ejercicios psicologícos, entre otros, que los niños pueden expresar sus emociones y sentimientos... Que incluso a la larga va a ser muy sano y nos enseñar a canalizar nuestros impulsos y manejar nuestros estados de ánimo", dijo.
Añadió que el papel de los padres de familia, tendrá que modificarse gradualmente, pues no sólo deberán generar espacios de expresión, libres de violencia y estrés, sino también evitar el sedentarismo en sus hijos.
"Hemos confundido la educación con la obediencia, pensamos que un niño sentado sin hacer ruido es el más educado y estamos equivocados, porque si bien tienen que seguir límites, también necesitan de momentos en los que liberen sus energías y emociones", finalizó.