En junio de 2022 el Banco Mundial destacó que la pobreza de aprendizajes incrementó un tercio en países de ingreso bajo y mediano: se estimó que el 70% de los niños de 10 años no podían comprender ni un texto simple; antes de la pandemia la tasa era del 57%. El mayor impacto en América Latina y el Caribe evidenció que el 80% de los niños en edad de terminar la escuela primaria no podían comprender un texto simple, después de la Covid-19.
"Paradójicamente la educación desescolarizada o no formal es donde más se aprende, el 70 u 80% de lo que sabemos se aprende fuera de la escuela; la escuela está diseñada para otros aspectos, socializar, reconocer emociones, para conocernos a nosotros mismos, pero muy poco es para aprender", puntualizó el Politólogo, Sociólogo y Especialista en Educación, Omar Pineda Luna.
El ODS 4 a través de la meta 4.7 de la Agenda 2023, reconoce que los múltiples procesos de transformación necesarios para su cumplimiento interpelan a las familias, las comunidades y organizaciones de la sociedad civil quienes llegan a todos los grupos etarios, más allá de las instituciones educativas y de las edades teóricamente comprendidas en el sistema educativo formal; además que el Estudio de prácticas de la sociedad civil en América Latina y el Caribe de la UNESCO, reconoció a la educación no formal para el "Desarrollo Sostenible" y la Agenda de Educación 2030
En las prácticas de educación no formal se encuentran experiencias ricas en diversidad de abordajes, que aportan y recuperan contenido cognitivos, no cognitivos del aprendizaje; experiencias que también propician capacidades, valores y actitudes necesarias para una vida fructífera, y para asumir un papel activo en el ámbito local y mundial.
"La escuela es necesaria pero no para memorizar, ni para aprender cosas que al final no tienen una funcionalidad práctica en la vida real, si se complementan; lo que aprendemos fuera de la escuela, en la calle, con las lecturas que nos gustan, en casa con la familia, que han dejado de ser familias tradicionales y no convencionales, eso es importante cómo lo están interiorizando las infancias", manifestó Pineda Luna.
Como la cultura y la Medicina Tradicional Mexicana, un mundo rico en conocimientos, experiencias, expresiones; y en Tehuacán una de estas expresiones "el Temazcal", se niega a morir, busca perpetuarse en las nuevas generaciones, entre infantes de 5 a 12 años de edad quienes además de conocer por primera este baño de vapor con hierbas medicinales (ritual prehispánico) tuvieron una sinergia de bienestar físico, psicológico y de aprendizaje cultural; bajo una adecuación de sus necesidades y requerimientos, desde la temperatura, duración y actividades durante el baño.
"Reconocer la capacidad de nuestro cuerpo, el temazcal es eso, nos enfrentamos a una adversidad controlada en donde la temperatura, la humedad, la oscuridad, son retos, que para los pequeños los vamos a manejar con sumo cuidado, para que vean cómo su cuerpo es capaz de adaptarse y también les va a dar la parte psicológica", compartió la Médico tradicional, y de Temazcal Terapéutico "Tokani", Luz María Sandoval Cruz.
Las actividades durante el ritual prehispánico se enfocaron a la estimulación y desarrollo motriz, de la imaginación, creatividad, del sentido de pertenencia de las tradiciones y medicina mexicana, que a su vez reforzó su identidad.
"Estamos formando personalidad, identidad, características, nuestro propósito es rescatar estas características, que tengamos nuestras propias herramientas para formar nuestras propias convicciones, tomando en cuenta el lugar donde nos formamos", indicó la Psicóloga Adriana Gutiérrez.
El tener encuentros culturales, deportivos, artísticos, recreativos, entre otros, incluso fortalece el aprendizaje de aula y permite otros, además de la participación efectiva de familias, comunidades y sociedades en la educación.
"Me gustó mucho la casita que ahora se que se llama temazcal, es la pancita de la tierra como nosotros alguna vez estuvimos en la pancita de nuestra mamá, quiero que más niños participen y aprendan de nuestra medicina", comentó Luis Mario de 7 años, quien por primera vez experimentó un Temazcal.
"Es nuestra cultura mexicana, nuestras tradiciones y creo que es importante que desde pequeños les inculquemos el arte de todo lo que se hace en México", De hecho nació sietemesino y nos ayudó bastante la medicina artesanal y natural, estarlo llevando con el doctor, nos lo sacó adelante y desde ahí nos ha llamado la atención y hemos tratado de llevarlo por ese camino", destacó María José, madre de Luis Mario.
La educación no formal también puede contribuir para que en 2030 se pueda garantizar que todos los alumnos adquieran los conocimientos teóricos y prácticos necesarios para promover el desarrollo sostenible, entre otras cosas mediante la educación para el desarrollo sostenible y la adopción de estilos de vida sostenibles, los derechos humanos, la igualdad de género, la promoción de una cultura de paz y no violencia, la ciudadanía mundial y la valoración de la diversidad cultural y de la contribución de la cultura al desarrollo sostenible, entre otros medios", Meta 4.7 del ODS 4 de la Agenda 2030