Empresarios y representantes de cámaras empresariales desde Tehuacán dijeron considerar a la nueva reforma laboral que busca la reducción de las jornadas laborales, como una medida que implica aumento en los costos de operación, pero al mismo tiempo representa a nivel local una reducción de productividad del 16.66 %.
Detallaron que la reforma por la que se proponen menos horas laborales y más días de descanso, es compleja puesto que México todavía no está preparado para trabajar bajo ese esquema, ya que las jornadas de 40 horas que llevan a cabo países avanzados, es bajo una alta productividad y altos niveles de tecnología, así como de automatización, es decir, donde las máquinas generan gran parte del trabajo; pero en el país y más aún, en un municipio como Tehuacán, la mayoría son empresas artesanales, por lo que la medida implica un alto impacto en la producción y costos.
Por ejemplo si en una semana con 48 horas laborales, una maquiladora de Tehuacán produce 10 mil pantalones, en solo 40 horas estaría produciendo 16.66 % menos, considerando que la automatización a nivel municipal en la industria de la confección es baja. Por lo tanto, los ingresos de las empresas serían menores y "cómo se pagarían mejores sueldos si la rentabilidad de la empresa estaría bajando", cuestionó Juan Nicolás Pares, presidente de la Confederación Patronal de la República Mexicana (COPARMEX).
"Todavía nos falta mucho nivel de productividad, tecnología, ese tipo de propuestas son para países avanzados. Estamos conscientes de que el ser humano necesita tiempo de descanso y esparcimiento con sus familias, pero esa es la cuestión, si ese tiempo realmente se va a ocupar debidamente y más si hacen falta lugares donde encontrar cultura, arte, sano esparcimiento, práctica de deportes", dijo.
Añadió que cuando el ser humano no está preparado para administrar su tiempo libre cae en vicios y en el ocio, entonces no solo desde el punto de vista de productividad, generación de empleos, empresa rentables, sino también social, el país no está preparado para dichos cambios, a excepción de las grandes empresas automatizadas, por lo que consideró que incluso el gobierno debería ir preparando a las empresas y a los propios trabajadores para llegar a ese fin.
Otro de los panoramas complejos para dicha reforma es el comercio el sector servicios, porque hay negocios como restaurantes, centros comerciales, entre otros, que trabajan hasta domingo; lo que implicaría ese aumento de costos en algunos sectores, porque se va a obligar a pagar sueldos extras o bien empresas optarán por la subcontratación, que al final se va a ver reflejado en los consumidores finales, que también son los trabajadores.
"La ley tiene que pensarse bien, no debe aprobarse nada más al vapor medidas populistas", finalizó.