De acuerdo a los registros de la Dirección de Desarrollo Rural, Agricultura y Ganadería en Tehuacán, durante las medidas más estrictas y oleadas más fuertes por la pandemia de Covid-19, la comercialización de productos agrícolas disminuyó entre un 30 y 40 %, mientras que un 30 % de parcelas de cultivo dejaron de sembrarse, y en el pico más alto de la pandemia la disminución fue del 50 %, lo que derivó en la escasez de granos y semillas, como el maíz, y, de hortalizas.
Considerar que por la sequía prolongada que también afectó a los productores en la región de Tehuacán no existe un abasto suficiente de granos y semillas, por lo que el escenario en este nuevo repunte de casos Covid-19 es más complejo, razón por la que debe evitarse otro proceso de recesión o desabasto como el que ya se tuvo, que orilla a importar productos agrícolas de otros estados e implica un aumento en su precio, indicó Armando Bravo Gines, director de Desarrollo Rural en Tehuacán.
Y aunque hasta el momento el área asegura no haber recibido reportes de afectaciones por heladas o temperaturas bajas extremas, las hortalizas disminuyeron su producción, por el factor climático, y ante las expectativas por el clima (temor a heladas o lluvias atípicas) sus precios comenzaron a encarecerse.
Por lo que de retomarse las restricciones sanitarias aplicadas durante el confinamiento, afectará a las cadenas de producción y comercialización agrícola. Por ejemplo durante los picos más altos de la pandemia la mayoría de familias buscó abastecerse y consumir productos enlatados, se frenaron las exportaciones, y ya que la mayoría de lo que se produce en Tehuacán se comercializa por intermediarios, estos castigaron mucho los precios bajo el argumento de ventas bajas.
Y precisamente en cuanto a las ventas, los productores señalan que los efectos del encarecimiento de semillas les continúa afectando, por ejemplo, campesinos en Coapan, San Marcos, Santa Cruz, San Pablo, y algunas zonas de San Diego, si bien el sistema de riesgo les ayudó a sacar su frijol criollo "mil colores", venderlo entre los 32 y 35 pesos el kilogramo, continúa siendo un reto, concluyó.