El choque de dos trenes en Egipto dejó al menos 32 personas muertas y más de 60 heridos en la localidad de Tahta, en la provincia sureña de Sohag.
Más de 30 ambulancias transportaron a las víctimas a varios hospitales cercanos, de acuerdo con el Ministerio de Salud egipcio.
El portavoz de Salud, Jaled Muyahid, agregó en la nota que la ministra Hala Zayed acudió a la provincia para "hacer seguimiento del estado de salud de los heridos", además de haber creado una célula de crisis y emergencias en Sohag.
Esa célula es la encargada de evaluar "las consecuencias del accidente y proporcionar suministros médicos y personal de todas las especialidades para dar la asistencia necesaria a los heridos".
El primer ministro egipcio, Mustafa Madbuli, pidió a los encargados de cada Departamento que "acudan inmediatamente al lugar del accidente para ofrecer el apoyo necesario y hacer frente a la situación rápidamente".
En Egipto son frecuentes los accidentes ferroviarios, debido al mal estado de las vías y a pesar de que las autoridades han prometido en repetidas ocasiones renovar las infraestructuras e invertir más en seguridad de las vías y su correcta señalización.
El último gran accidente se produjo el 27 de febrero de 2019, en el que murieron 22 personas y al menos 40 resultaron heridas en la estación central de la capital, donde una locomotora sin conductor ganó velocidad y acabó chocando contra una barrera de hormigón situada al final de la vía del tren.
Después de esa tragedia, el entonces ministro de Transporte, Hisham Arafat, presentó su renuncia y fue sustituido por un militar, el general Kamel al Wazir, que contó con el apoyo del presidente Abdelfatah al Sisi.