Fondas mantienen costos pero pierden ganancias, por encarecimiento canasta básica

Tras el encarecimiento del pollo y huevo, así como de otros productos de la canasta básica del paquete contra la inflación (PACIC), expendedores de comida corrida (fondas) se están enfrentando a una situación económica crítica, toda vez que tienen que afrontar el encarecimiento, pero sin modificar el precio final de los menús, a fin de no perder a sus clientes, pues el año inició muy bajo en ventas y la temporada vacacional no fue lo esperado.

Comerciantes del giro compartieron que a pesar de que son clientes frecuentes para sus proveedores y les "dan precio", el huevo se está comprando en hasta 80 pesos el kilo, mientras que el pollo por pieza está en los 22 pesos, además de que siguen altos los costos de otros insumos como el frijol, el aceite, el arroz, entre otros.

Pese a ello diferentes cocineras coincidieron en que han preferido sacrificar utilidades antes que modificar los costos de los platillos y comida corrida para no afectar el bolsillo de los comensales, pues los precios en insumos se elevan continuamente mientras que la clientela tiene un salario mínimo fijo que incrementa solo una vez al año y en mínimo porcentaje, añadiendo que la clientela por lo regular es clase baja y media, obreros de maquiladoras, gente de municipios de la región y Sierra Negra.

En este tenor, la comida en las fondas se mantendrá entre los 50 a 60 pesos, y solo en caso de que la carne tenga un incremento podría haber modificaciones en el precio de los menús, costos que no se han modificado desde hace más de un año, tiempo en el que han sacrificado las ganancias.