Lo que simboliza una de las creencias y tradiciones de miles de hogares mexicanos, ahora lleva impregnada una distinguida tradición artesana de Puebla, y con pruebas fehacientes se reivindica el inquieto ingenio local, como la cuna de las "Hojaldras Talavera", un 10 de septiembre de 2022, desde una pequeña panadería en la colonia México de Tehuacán. Dondé tan solo en ese año alcanzaron una producción de 100 piezas. Sin embargo fue hasta este 2023 que se popularizaron a través de redes sociales, y cuyo origen fue atribuido a Tlaxcala, aunque el gol ya lo había metido una joven panadera- repostera Tehuacanera.
"De ahí nacen las Hojaldras Talavera, de pensar en combinar una de las tradiciones más importantes de nuestro país, pero también de algo que nos represente no solo a Tehuacán sino a Puebla, y qué mejor que la Talavera poblana", expresó firmemente Estela Ríos Vega, Chef Panadera y Repostera.
Manteniendo los sabores tradicionales de mantequilla y nuez, la Chef panadera y Repostera Estela Ríos Vega, es la mente brillante tras las "Hojaldras Talavera" cubiertas de chocolate blanco con diseños en chocolate azul, que van desde la porción individual por 40 pesos, hasta aquellas que pesan medio kilogramo por 300 pesos.
"Tengo mucho agradecimiento hacia mis clientes, porque gracias a ellos nos reconocieron como los pioneros, porque sin sus menciones y exigencia de apoyo y reconocimiento a los talentos Tehuacaneros, no hubiéramos salido del anonimato"
Pero también fue la pionera en Tehuacán, en introducir las "Hojaldras black", nombradas así porque son espolvoreadas con "azúcar negra", para ello utilizan una hoja de totomoxtle reducida a cenizas y con ello pintan el azúcar, por lo tanto se trata de un pigmento natural que no ocasiona daño en el organismo, y tampoco altera el sabor de dicho endulzante.
A unas cuantas semanas para la celebración de los "fieles difuntos", desde finales de agosto hornean de 100 a 200 hojaldras, entre las que también figuran las rellenas de queso crema con zarzamora, de queso crema con ate de membrillo o de compota de guayaba, rellenos también elaborados por sus manos; así como la "hojaldra ferrero"; que para la "temporada alta" llegan a hornear de 300 a 400 piezas por día.
Aunque tampoco pueden dejar de pasar las michi hojaldras, conchalabazas, galletas de fantasmas, catrinas, esqueletos. Para todos estos procesos de producción llegan a participar hasta 3 panaderos, mientras que el 90% de las decoraciones queda en manos de la chef Estela.
"La verdad a veces si sentimos temor por las altas expectativas que tienen los clientes hacia nosotros, y tratamos de innovar no solo en panes, sino en los mismos pasteles, cup cakes de diferentes temáticas, e incluso para el pan de masa madre hemos tenido que capacitarnos con chefs internacionales", compartió.