Lo preocupante de la intoxicación de más de 9 menores de primer grado de educación secundaria con droga, es la facilidad con la que los jóvenes tienen acceso a diferentes tipos de sustancias ilícitas, pero existe además de una responsabilidad directa de la escuela, violencia institucional y escolar por la omisión que han tenido frente a muchos episodios violentos y de inseguridad escolar.
Carlos Méndez López, representante del Colectivo Efecto Mariposa en Tehuacán, enfatizó que cuando se presentan alertas como la ocurrida la tarde-noche de ayer en la Unidad Escolar Porfirio O. Morales, existe una responsabilidad directa de la escuela, por lo que si existen argumentos de desconocimiento el panorama entonces es también de una falta de control y autoridad educativa.
Y es que no es la primera vez que dicha unidad escolar es señalada por padres de familia, por problemas con el consumo de drogas al interior de sus instalaciones, casos de violencia escolar, bullying, acoso escolar, entre otros.
"Cuando hablamos de violencia escolar, solamente consideramos casos de bullying, pero no es así, son también las acciones u omisiones que puedan tener las autoridades educativas al interior del plantel, frente a lo que sucede y su prevención. No es la primera vez que señalan a esa escuela por consumo de drogas, y si no han tomado medidas, ya sea mediante programas, protocolos u otro tipo de acciones, ya hay una responsabilidad directa por omisión y en este caso, por no dar aviso inmediato a los padres", comentó.
Frente a todo ello, consideró que una estrategia emergente que la institución podría considerar bajo previo consentimiento y participación de los padres de familia, es la instalación permanente del "operativo mochila", que los salones siempre estén acompañados por un profesor o incluso se integren brigadas de padres de familia que puedan montar guardias aleatorias en los salones.
Abundó que resulta importante que existan las sanciones correspondientes por lo sucedido, ya que de lo contrario el mensaje que se envía a nivel social "es de permitir y normalizar este tipo de conductas, ya que no se sancionan", además, los directivos de la escuela, así como las autoridades correspondientes deben brindar mayor información sobre lo sucedido, "no pueden seguir que no pasa nada, porque es tanto como no querer reconocer el problema, y es el primer paso para incidir en el", finalizó.