Ante los altos índices de indigencia en la ciudad, que cada vez es más predominante en edades jóvenes, expertos en asistencia a personas enfermas con adicciones, han confirmado que estas son dos problemáticas que van de la mano, pues es altamente probable que una persona adicta a cualquier sustancia ilícita tarde o temprado termite en situación de calle, problemática presente a nivel nacional y mundial.
El experto en adicciones, Humberto Merino, expusó que mientras más consumo de sustancias ilícitas haya y los adictos no se atiendan, la indigencia indigencia seguirá en aumento, sobretodo por el fuerte efecto de las drogas de diseño que dejan un daño neurológico y psicológico más grave, al ser sustancias sintéticas y químicas que destruyen el cerebro, y esto se agrava cuando la persona ya tenían una predisposición a sufrir una consecuencia mental de ese tipo.
Compartió que cuando se tienen un familiar adicto, hay ocasiones en las que la familia poco a poco se empieza a cansar, deja de buscar ayuda y de ver por él, por lo que el terminar vagando en las calles es el destino de muchos enfermos con adicciones, problema que se ha agravado con el paso de los años, pues por ejemplo hace 20 años los pacientes que ingresaban a internamientos era por alcohol y marihuana, muy pocos por cocaína y heroína, pero actualmente, la mayoría son adictos metanfetaminas, quienes empezaron su consumo desde los 12 año, eso hace que el enganchamiento con la sustancia sea más fuerte.
Ante este panorama, el experto indicó que independiente de trabajar políticas públicas para la atención de personas en situación de calle, se tiene que buscar prevenir el problema de raíz, es decir desde la prevención del consumo de sustancias ilícitas y los tratamientos, pues siempre hay un punto de retorno para los adictos, pero ya en indigencia es complicado darles un tratamiento contra su voluntad porque se atenta contra sus derechos humanos.