Irresponsabilidad social en los festejos del Grito de Independencia

Durante más de año y medio, los tehuacaneros como muchos mexicanos hemos aprendido a vivir con una enfermedad qué nos a cambiado la vida; despues de esta contingencia sanitaria ya nada seria igual qué antes, las medidas sanitarias siempre serán parte de nuestra actividad diaria.

Tehuacán ya tienen un registro de 5 mil 500 casos positivos registrados durante este tiempo, estamos por llegar a las mil defunciones y actualmente 130 personas contagiadas mantienen los hospitales al punto de estar saturados; los contagios siguen y también las muertes, esto no ha parado.

Esta pandemia también nos ha enseñado qué a pesar de todo lo qué se vive en torno de la pandemia, la sociedad sigue siendo renuente a cumplir con los protocolos sanitarios; un claro ejemplo fue la movilidad qué se dio en pleno centro de la ciudad la noche del Grito de Independencia.

Irresponsbailidad compartida entre autoridades y familias qué fueron parte de una verbena popular qué dejara resultados considerables en los proximos dias, no se trata de alarmar, no se trata de exagerar las cosas, se trata de entender qué este tipo de comportamientos es lo qué nos ha llevado estar una una tercer ola de contagios y aun en confinamiento.

Hombres, mujeres, personas de la tercera edad, ayer recorrieron los pasillos qué formaban los más de 300 comerciantes, algunos comiendo, gritado o simplemente sin una cubrebocas, es así como festejaron este grito de independencia cientos de tehuacaneros, sin ningún temor de contagio de Covid-19.

Con serias dificultades logísticas, técnicas y culturales para el confinamiento, el cambio de comportamientos en la comunidad ha sido considerado como clave para cortar la cadena de transmisión siendo ese el motivo por el cual no deja de crecer el número de personas infectadas día a día.

Dicen qué las epidemias nacen y mueren en las comunidades, por lo qué es fundamental que las comunidades tengan un comportamiento responsable, qué falta para lograrlo, cuantas personas mas se tienen qué sumar a la lista de defunciones y cuántas familias más deben de sufrir la ausencia de un ser querido está epidemia; ni las vacunas, ni los médicos, ni un ser divino, podrá cambiar las cosas cuando el resultado sea positivo de quien a dejado de cuidarse de esta enfermedad.