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01 de Abril del 2025
Cultura

La historia de Ucrania y Rusia: De aliados a enemigos

La historia de Ucrania y Rusia: De aliados a enemigos

La guerra entre Ucrania y Rusia, que estalló en febrero de 2022, es un conflicto que trasciende lo militar para adentrarse en profundas raíces históricas, políticas y estratégicas



Con más de 8 millones de desplazados internos y 6 millones de refugiados, este enfrentamiento ha reconfigurado el panorama geopolítico global. Para entender su complejidad, es necesario remontarse a siglos de historia compartida, marcada por alianzas, dominación y tensiones culturales.


En el siglo XVII, en 1654, se firmó el Tratado de Pereyáslav, mediante el cual Ucrania se unió al Estado ruso. Sin embargo, esta unión no fue inmediata ni total, sino que Ucrania pasó a ser un protectorado con autonomía limitada para los cosacos bajo el control de Rusia. La integración completa de Ucrania al Imperio ruso fue un proceso lento que duró varias décadas.



Este tratado fue un acuerdo entre los cosacos ucranianos y el zarato de Rusia. Liderados por Bogdán Jmelnitski, los cosacos pidieron la protección del zar Alejo I para defenderse de Polonia, con quien estaban en guerra. A cambio, Ucrania quedó bajo el control de Rusia, aunque mantuvo cierta autonomía



La decisión de Jmelnitski fue motivada por la opresión que sufría la población ortodoxa ucraniana, que pertenecía al Hetmanato Cosaco (hoy en el centro de Ucrania) bajo el dominio de la Commonwealth polaco-lituana, de mayoría católica, y la amenaza del Imperio otomano. Como resultado, las tierras ucranianas al este del río Dniéper pasaron del control polaco al ruso, marcando un hito en la historia de la región.


Con esta integración, el Imperio ruso amplió su dominio sobre gran parte de Ucrania, promoviendo la rusificación y suprimiendo la cultura y lengua ucranianas. En varios períodos, incluso se prohibió el idioma ucraniano en la educación, la prensa y la vida pública.



Esta unión dejó a Ucrania con una marcada división: según el último censo de 2001, menos del 70% de la población tenía el ucraniano como lengua materna, mientras que la mayoría restante hablaba ruso. Esta diferencia desempeñó un papel crucial en el conflicto posterior



Ucrania y Rusia estaban fuertemente integradas en la estructura centralizada de la URSS. Moscú, como capital de la Unión Soviética, tenía un control significativo sobre las políticas económicas y administrativas de Ucrania, lo que era rechazado por el pueblo ucraniano. Por otro lado, Ucrania jugaba un papel clave en la producción agrícola, mientras que Rusia era el centro industrial y político.



El 24 de agosto de 1991, Ucrania declaró su independencia tras la disolución de la URSS



Este proceso, aunque pacífico, dejó heridas abiertas, especialmente en regiones como Crimea, donde la mayoría de la población hablaba ruso. En 1992, surgieron movimientos prorrusos que buscaban la independencia de Crimea, pero Ucrania mantuvo el control hasta 2014.

Crimea es clave para entender este conflicto. Fue anexada al Imperio ruso en 1783 tras la derrota del Kanato de Crimea y los otomanos. Sin embargo, en 1954, el líder soviético Nikita Jrushchov transfirió Crimea de la RSFS de Rusia a la RSS de Ucrania. Esta decisión, más simbólica que práctica, no tuvo gran impacto en su momento, ya que ambas repúblicas pertenecían a la URSS.



La anexión de Crimea a Rusia en 2014 fue un evento geopolítico de gran relevancia que se desarrolló en un contexto de inestabilidad política en Ucrania y elevó las tensiones políticas entre ambos países



Tras la renuncia del presidente ucraniano Viktor Yanukovich, quien abandonó el país debido a masivas protestas pro-europeas en Kiev, Crimea, una península al sur de Ucrania con una mayoría de población étnicamente rusa, solicitó apoyo a Moscú.


Rusia respondió enviando tropas no identificadas que tomaron el control de puntos estratégicos, incluyendo el puerto de Sebastopol, crucial para su flota en el Mar Negro. Posteriormente, se llevó a cabo un referéndum en Crimea, donde el 96% de los votantes apoyó la adhesión a Rusia, un resultado que fue reconocido por Moscú pero rechazado por Ucrania y la comunidad internacional.





Crimea es estratégicamente importante para Rusia por varias razones:

  • Acceso al Mar Negro: Crimea alberga el puerto de Sebastopol, que es la base principal de la Flota Rusa del Mar Negro. Este puerto es crucial para la proyección de poder naval de Rusia en la región del Mar Negro y más allá, incluyendo el Mediterráneo.


  • Seguridad Nacional: Controlar Crimea permite a Rusia proteger sus fronteras del sur y tener una presencia militar significativa en una región cercana a Europa Oriental y Oriente Medio.


  • Recursos Naturales: Crimea tiene acceso a recursos naturales, incluyendo reservas de gas y petróleo en el Mar Negro. Además, la península es importante para la agricultura y el turismo



La anexión de Crimea fue vista como un acto de anexión territorial -violatorio del derecho internacional- y como un referéndum carente de los mínimos estándares aceptados por la comunidad internacional, sin la presencia de observadores internacionales



La Unión Europea sancionó a Rusia con medidas que establecieron prohibiciones de viaje al territorio de los Estados miembros y congelación de activos a personas que figuraban en una lista anexa que incluía tanto a cargos de la declarada independiente República de Crimea o al alcalde de Sebastopol, como a nacionales rusos miembros del Comité de Seguridad y Defensa del Consejo de la Federación de Rusia y de otros órganos de la Federación que apoyaron personalmente el despliegue de tropas rusas en Crimea, entre otros.


Tras la anexión de Crimea en 2014 y el conflicto en el Donbás. Ucrania buscó acercarse a Occidente, firmando un Acuerdo de Asociación con la Unión Europea y expresando su deseo de unirse a la OTAN. Por lo que, a partir de abril de 2021, Rusia comenzó a concentrar tropas y equipo militar cerca de la frontera con Ucrania, lo que generó preocupación internacional.



En febrero de 2022, Rusia lanzó una invasión a gran escala de Ucrania, justificándola como una operación para "desmilitarizar" y "desnazificar" el país. Sin embargo, el trasfondo era claro: evitar que Ucrania se uniera a la OTAN y mantenerla dentro de la esfera de influencia rusa*



Para diciembre de 2021, se estimaba que más de 100,000 soldados rusos estaban en la región, con tanques, artillería y misiles. Rusia pidió garantías de que Ucrania no se uniría a la OTAN, ya que considera la expansión de la alianza, liderada por Estados Unidos, como una amenaza a su seguridad. También exigió que la OTAN redujera su presencia en Europa del Este. Estas demandas fueron rechazadas por la OTAN y Occidente.



En la madrugada del 24 de febrero de 2022, el presidente ruso Vladimir Putin anunció una "operación militar especial" en Ucrania, justificándola como una medida para "desmilitarizar" y "desnazificar" el país



Antes de la invasión, Rusia concentró más de 100,000 soldados en la frontera. Los ataques aéreos y terrestres se extendieron por Kiev, Járkov y el sur de Ucrania. A pesar de la superioridad militar rusa, Ucrania resistió ferozmente, con apoyo internacional en armas y financiamiento.


La invasión ha dejado miles de muertos, infraestructura destruida y una crisis humanitaria. Se han documentado ataques indiscriminados, torturas y violencia sexual, lo que ha elevado las acusaciones de crímenes de guerra contra Rusia.


El conflicto está en una fase de estancamiento. Según WarMapper, Rusia controla alrededor del 18% de Ucrania, incluyendo Crimea y partes del Donbás y el sur. Ucrania ha avanzado en áreas como Járkov y Bajmut, pero la línea del frente no ha cambiado mucho.



El apoyo occidental a Ucrania, incluyendo tanques Leopard 2 y sistemas de defensa aérea Patriot, ha sido importante. Sin embargo, la sostenibilidad de este apoyo a largo plazo es incierta



El 12 de febrero, Donald Trump sostuvo una conversación telefónica con Vladimir Putin, durante la cual acordaron iniciar "de inmediato" negociaciones sobre el conflicto en Ucrania. Apenas cuatro días después, representantes de Ucrania viajaron a Arabia Saudí para celebrar un primer encuentro al respecto.


A raíz de estos contactos, Zelenski ha subrayado su rechazo a cualquier acuerdo de paz que incluya concesiones territoriales a Rusia, un punto en el que ha recibido el apoyo de las principales potencias europeas.



*La esfera de influencia rusa es un concepto geopolítico que se refiere a las áreas donde Rusia busca tener control o influencia, ya sea política, económica, militar o cultural. Se basa en la idea de que Rusia tiene derechos históricos y estratégicos sobre estos territorios, muchos de los cuales fueron parte del Imperio ruso o la Unión Soviética






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