La música además de reducir la ansiedad, el estrés, aliviar el dolor, las molestias, promover estados de ánimo o emociones positivas, fomentar los vínculos- conexiones, mejorar la memoria y la cognición según el Centro Médico Infantil de Dallas; existen evidencias de la contribución de las artes a la promoción de la salud y a la prevención de condiciones de salud mental y física, así como el tratamiento de condiciones agudas y crónicas, como controlar los niveles de glucosa en la sangre, mejorar el sistema inmune, de acuerdo a estudios realizados por la OMS.
La OMS también resalta que las artes pueden ayudar a brindar servicios de atención integral centrada en la persona, abordando complejos desafíos para los cuales no existen soluciones sanitarias actuales; y llama a los gobiernos y autoridades a aplicar políticas que mejoren la colaboración entre el sector sanitario y artístico, y así ayudar a los países a alcanzar las metas integradas en la agenda 2030. Tampoco puede dejarse de lado el valor histórico- cultural de la música, en un municipio como Tehuacán.
"Que todos vengan a convivir en familia, a escuchar la música al parque Juárez, realmente te quitas de estrés, de preocupaciones, creo que es hasta terapéutico", expresó Ana, Tehuacanera, asidua a escuchar a la Banda Municipal de Música de Tehuacán.
Mientras que entre finales del siglo XIX y principios del siglo XX en Tehuacán hubo prestigiosas escuelas dedicadas a la enseñanza de música, mediante clases de solfeo, piano, guitarra, violín; como el Instituto Hidalgo.
"Estaba el caso del instituto Hidalgo, década de 1910, 1920, los años 30´s, donde anuncios publicitarios de la época anuncian clases de solfeo y piano, clases de guitarra, mandolina, violín, contrabajo, esos centros de enseñanza, maestros, educandos han existido en Tehuacán", compartió el Historiador y Gestor del Patrimonio Natural, Histórico- Cultural en el Valle de Tehuacán, Jorge Gerardo Balderas Ortiz.
Periodo en el que también se encontraba la "Escuela de Artes y Oficios" en la iglesia de San Francisco; es decir, desde finales del porfiriato existen registros de la permanencia de músicos bajo agrupaciones/escuelas, en Tehuacán.
"En este mismo periodo estaba la Escuela de Artes y Oficios, que dirigió el último Franciscano que estuvo en el convento y dentro de lo que enseñaba también era la música", puntualizó el historiador.