Vivir carencias, ser psicólogo, padres de familia, motivar a los niños, guiar y enseñar valores, es parte de lo que realiza un maestro durante las clases, el tener un grupo numeroso no es fácil pues los docentes, porque terminan siendo todólogos, además de lidiar al controlar la hiperactividad de los educandos, pero por muy difícil que parezcan las circunstancias, siempre un buen profesor cobija a sus alumnos.
Quienes llevan varios años de servicio han sido testigos de los cambios en la enseñanza, incluso se tienen que adaptar a los cambios de las reformas educativas, pero la finalidad es la misma brindan enseñanza a los alumnos para su desarrollo y desenvolvimiento para en un futuro ser íntegros a la sociedad, y este es el mayor orgullo para un docente.
Roberso Crisóstomo Zárate, profesor de 35 años al servicio de la docencia, informó que con los años se ha encontrado profesionistas, doctores, licenciados y muchas generaciones que pasaron por sus manos y lograron rescatar a unos buenos ciudadanos, a unas buenas personas, siendo este el mayor orgullo. Lo que es cierto, es que los maestros siempre se llevan en el corazona sus alumnos por ser de cada uno de ellos en el salón de clases.