Lunes retoman clases presenciales el 80% de alumnos con discapacidad.

Aproximadamente el 80% de los alumnos en uno de los dos Centros de Atención Múltiple (CAM) con los que cuenta Tehuacán, retomarán clases cien por ciento presenciales, el próximo 25 de abril, luego de dos ciclos escolares de haber sobrellevado el modelo híbrido de clases a distancia, en el que solo el 20% de los aprendientes participaron de la presencialidad en aulas.

Cabe mencionar que en el caso del CAM Gabriela Brimer, mantendrán el modelo de clases presenciales escalonadas, es decir, los grupos escolares serán divididos y calendarizados para su presencia en el plantel por horarios limitados, con la finalidad de mantener aforos reducidos y evitar aglomeraciones; además que será un comité rotativo de sanidad, quien en una estación fija se encargue de la entrega de gel antibacterial, desinfección y entrega de cubrebocas al ingresar al plantel y al salir de este; pues incluso su estructura fue reacondicionada con más lavabos, para garantizar el lavado constante de las manos.  

Aunque para el sistema de enseñanza- aprendizaje, dirigido a estudiantes con discapacidad motriz, visual, auditiva, cognitiva es complejo cuantificar el rezago que la pandemia por Covid-19 generó, ya que se trata de diferentes discapacidades que implican niveles cognitivos y necesidades diversas; Rafael Juárez Barragan, padre de un adolescente diagnosticado con Autismo compartió que en el caso particular de su hijo Elián de las competencias y contenidos curriculares que recibió mediante el modelo a distancia (online), entre el 30 y 40% del total fue lo aprendido, siendo la regresión socio- adaptativa, la esfera más afectada. 

"Sí a los alumnos neurotípicos les afectó la pandemia, a nuestros chicos los afectó más, porque les ocasionó estrés; sí, es necesario que ya regresen a clases presenciales? pues aunque tratamos de mantenerlo en clases virtuales, hay competencias que solo la escuela les puede dar, como las normas y formas de convivencia", dijo.

Compartió que muchos de los padres de familia de chicos con discapacidad, que no aceptaron enviarlos a clases presenciales cuando estas fueron permitidas, fue por temor a contagios, ante la vulnerabilidad de sus sistema inmune, por sus propias condiciones de salud; tal fue el caso de estudiantes con Síndrome de Down. 

Este sector de estudiantes tuvieron que enfrentarse a retos mucho más complejos, ya que generalmente tienen un manejo parcial de la tecnología, por lo que requieren de la asistencia de sus padres, hermanos, tutores o responsables, que en muchos de los casos o trabajaban largas jornadas o tampoco contaban con un manejo total o nulo de las herramientas de conexión virtual. A lo que se sumó el factor económico, pues difícilmente tienen planes telefónicos para navegar en internet, "Hacían una recarga de 100 o 50 pesos y solo les alcanzaba para una o dos clases? y aunque los maestros facilitaban el material impreso, era enviado por redes sociales y se caía en el mismo problema". Fuera de las cuestiones de asistencia profesional que necesitaban.