Tras las múltiples quejas que han derivado de las condiciones en las que se encuentra operando el mercado más grande de Tehuacán "La Purísima", Peritos y Edificadores consideraron que si bien las autoridades municipales ya tendrían que estar actualizando el programa de desarrollo urbano con miras a la reubicación del zoco, el actual espacio puede seguir operando solo con una reinversión para su rehabilitación y un programa específico para el manejo de sus residuos.
Y es que el primer escenario: la reubicación o construcción de un nuevo mercado, si bien es una opción, el municipio no tiene un fundamento para crecer ordenadamente (programa de desarrollo urbano actualizado); ya que ante el crecimiento de Tehuacán y la demanda de servicios, el mercado de "La Purísima" ya se está convirtiendo en un serio problema, no solo de contaminación por mal manejo y deficiente recolección de sus residuos, sino también por la seguridad para los usuarios ante una deficiente instalación eléctrica, falta de mantenimiento y problemas de movilidad y acceso, principalmente los "días de plaza".
Luis Cortés Reyes, integrante del Colegio de Peritos y Edificadores de Tehuacán, indicó que la actualización del programa de desarrollo urbano, permitirá visualizar las áreas donde se pueda crear la infraestructura que se necesita a nivel municipal, desde un mercado, rastros, hasta centrales camioneras. O bien, permitirá el desarrollo de alternativas de infraestructura para el actual zoco, desde mercados homogéneos hasta sitios de turismo gastronómico, al considerarse un espacio generador de economía local, frente a la carencia de reservas territoriales.
Y aun cuando el argumento político señala a que la alternativa es la reubicación de comerciantes y ambulantes al mercado Benito Juárez, la realidad es que dicho proyecto no ha funcionado porque no cuenta con las características de movilidad y acceso que necesita un mercado, dijo.
Existe también responsabilidad compartida entre comerciantes y autoridades, respecto al inadecuado manejo y disposición de la basura, la presencia de organismos descomponedores y fauna nociva, ya que los primeros no tienen una cultura para el manejo y resguardo de sus desechos, además que existen problemas con el pago de las cuotas, pero las autoridades tampoco les brindan satisfactoriamente los servicios, además que se desconoce en qué han invertido las cuotas que aportan los comerciantes.
"En la cuestión estructural, de seguir así, en algún momento se podría considerar un inmueble obsoleto y contaminado", finalizó.