El valle de Tehuacán y la Mixteca han pasado por dos polos: sequías prolongadas y lluvias extremas, producto del cambio climático y el calentamiento global, que incluso se vaticinó desde hace 30 años, en más de 80 comunidades como Zapotitlán Salinas, Caltepec, es decir, tanto en la Mixteca alta como baja, entre los estados de Oaxaca y Puebla.
El Museo del Agua, "Agua para siempre", destacó que la abundancia de agua dulce para el consumo, ganadería y producción de alimentos, no es una realidad a nivel mundial, y es que el ciclo del agua se ha alterado y con ello las precipitaciones tienden a convertirse en un fenómeno, por consiguiente, las alertas se encienden sobre la necesidad de aprovecharlas.
Por ello, cada municipio debe habilitar métodos de captación comunitarios como galerías y los ancestrales jagüeyes, en las zonas donde se registra mayor escasez de agua o no cuentan con el sistema potable, tener un uso sustentable de los recursos naturales, reforestar con plantas nativas de cada zona, trabajar en sus cuencas y evitar deslaves o erosiones del suelo.
Puesto que la junta auxiliar de San Lorenzo en Tehuacán y los municipios de San Gabriel Chilac y Ajalpan, la mayoría del agua que emplean provienen de galerías, sin embargo, en la primera comunidad ya se registran problemas de disponibilidad del líquido. No obstante, Tlacotepec de Benito Juárez, Santa María la Alta e incluso la junta auxiliar de Magdalena Cuayucatepec en Tehuacán, son algunos de los lugares donde han habilitado la tecnología del jagüey.
Con todo ello, el estado y los municipios tienen la responsabilidad de velar el cuidado del acuífero Valle de Tehuacán y demás zonas de abastecimiento de agua, por lo que deben realizarse estudios y mediciones periódicas, no solo por la Comisión Nacional del Agua, sino que también deben apoyar e invertir en diagnósticos locales.