Organizaciones advierten sobre posible "guerra civil" en Chiapas
Organizaciones civiles han emitido una grave advertencia sobre la situación en Chiapas, en el sureste de México, donde la violencia contra defensores de la tierra y pueblos indígenas ha escalado significativamente.
En una conferencia de prensa, la actriz Julieta Egurrola leyó un pronunciamiento colectivo que describe al estado como un "campo de guerra civil", especialmente tras el asesinato del padre Marcelo Pérez Pérez, ocurrido el domingo.
Desde la llegada de Claudia Sheinbaum a la presidencia, las organizaciones han observado un aumento de la violencia. Recordaron que, en 2021, el Ejército Zapatista de Liberación Nacional (EZLN) ya había alertado sobre la posibilidad de una guerra civil en la región. Según los denunciantes, la situación se ha vuelto insostenible y peligrosa, con la comunidad '6 de octubre' del EZLN enfrentando amenazas de violencia extrema.
Carlos González, del Congreso Nacional Indígena (CNI), indicó que los habitantes de esta comunidad han sido intimidados por miembros de otra localidad, Palestina, que están supuestamente vinculados al crimen organizado, específicamente al Cártel Jalisco Nueva Generación. La violencia incluye no solo amenazas, sino también violaciones, incendios de viviendas y robos de cosechas y animales.
El asesinato del padre Marcelo Pérez Pérez, quien fue atacado mientras se dirigía a oficiar misa, ha intensificado el temor entre los defensores de derechos humanos en la región. González expresó que este tipo de violencia no solo es un ataque a individuos, sino que también evidencia un conflicto más amplio que está afectando a toda la comunidad. "Estamos en medio de una guerra que día con día está creciendo", afirmó.
Las organizaciones denunciantes subrayan que las instituciones del Estado mexicano están infiltradas por cárteles criminales, que utilizan su poder para ocupar territorios estratégicos. González mencionó que esta situación permite la ocupación de la frontera con Guatemala sin una respuesta efectiva por parte del gobierno.
Además, señalaron que los megaproyectos impulsados en la región, como el Tren Maya, han exacerbado la violencia y están alineados con intereses de grandes corporaciones y del Gobierno de Estados Unidos. Este patrón de violencia y abandono ha sido una constante desde la administración de Felipe Calderón y persiste en la actualidad.
Los activistas han instado al gobierno mexicano a frenar esta guerra y a cesar la colaboración con los cárteles. En el pronunciamiento, que contó con el respaldo de varias figuras públicas, incluida la participación del actor Diego Luna, se exigió un alto a la militarización y un reconocimiento genuino de los derechos de los pueblos indígenas. Isabel Valencia, delegada de la comunidad otomí, acusó a la nueva presidenta de "simulación" al afirmar que su gobierno representaría a todos los mexicanos, enfatizando que no es así para los pueblos originarios.
Con información de EFE.