Los sueños de Margarita estaban puestos en un horizonte inmenso que era imposible tocar. Las letras en cambio convirtieron aquellos sueños en una realidad.
Huérfana desde los seis años, Margarita, una mujer adulta originaria de la comunidad de Zapotitlán Salinas, fue como muchas excluida de las precarias aulas de su tiempo, de las letras y la lectura que hoy le han dado el premio nacional "El Viejo y la Mar", convocado por la Secretaría de Marina.
Ella es alumna del Instituto Estatal de Educación para los Adultos (IEEA) en Zapotitlán Salinas y su relato "El azul del mar puede ser como el azul del cielo" ganó este año el primer lugar en el concurso nacional.
De vida difícil y trabajadora, Margarita migró de la región de Tehuacán a Veracruz para laborar, ahí conoció el mar y sus anhelos por sentir las olas y la arena debajo de sus pies.
Ya adulta, el espíritu de aprender la llevó al IEEA, aprendió a leer y escribir. Ella sólo habla de cosas felices, de cosas que hacen felices a los demás, atrás quedó el maltrato de su niñez y las noches de frío y lluvia que soportó.
Verónica Garzón Victoria, su asesora educativa, fue quien la motivó a participar en la selección de relatos, y ahora, desde Zapotitlán Salinas, su tierra natal, Margarita es una orgullosa mujer de sus raíces, sus elecciones y su compromiso con la vida.
SU RELATO SE PUEDE LEER COMPLETO AQUÍ: https://bit.ly/2Dm5Aug