Connacionales de estancia irregular en Estados Unidos, afirman vivir bajo estrés constante, situación que les ha provocado crisis de ansiedad; pero ante la necesidad de cubrir sus gastos y enviar dinero a sus familias, incluso suelen autoimponerse o aceptar jornadas laborales arduas para evadir o lidiar con dichos sentimientos
"La ansiedad y el estrés, cómo nos las quitamos, trabajando es la única forma en la que te quitas eso, trabajando dejas de pensar tantas cosas", resaltó Alberto un joven de origen Tehuacanero, inmigrante indocumentado en Estados Unidos.
Además que ante las medidas de Trump, su rutina habitual antes de salir a trabajar cambió, ahora tienen que revisar si no hay retenes, redadas, entre otras acciones para "cazar migrantes" como ellos las definen; deben tomar rutas diferentes-aleatorias de camino a sus empleos y a su regreso.
"Inseguro de salir al trabajo y no saber a quién te vas a encontrar; soy conductor aquí, y es más riesgoso todavía, porque si yo traigo gente a lado mío o en el carro que también son ilegales, es cargo por tráfico de personas", resaltó Álvaro, joven de origen Oaxaqueño, inmigrante indocumentado en Estados Unidos.
Por su ubicación geográfica, México reforzó su condición de "tercer país" en el proceso migratorio; por lo que al recrudecer las políticas migratorias en Estados Unidos será mayor la afluencia de caravanas de personas de Centro y Sudamérica en busca de refugio, oportunidades laborales, y/o asistencia para llegar a sus países.
"Realmente sin problemas encontraría un trabajo allá en México de donde yo soy; tenía un buen puesto pero lo dejé por el sueño americano. Y si en dado caso no se puede ahí, puedo aplicar en otros lados", reconoció Alberto.
Pese a que con todo y ello, habrá quienes busquen la promesa americana, tras la imposición arancelaria de Estados Unidos a México, y con la presión de las políticas migratorias del país vecino, cada vez más paisanos contemplan retornar voluntariamente a sus comunidades de origen.
"Si las cosas se empiezan a complicar más, que la verdad ya están complicadas, me regresaría por medios propios, de hecho mi meta ya es regresar lo más pronto posible", compartió Alberto.
Alberto, Tehuacanero inmigrante indocumentado desde hace 8 meses, pretende prevalecer poco tiempo más en el país norteamericano para juntar los aproximadamente 2 mil dólares (alrededor de 40 mil pesos mexicanos) que necesita para retornar, ganando no más de mil dólares únicamente en temporada alta de trabajo, ya que cuando este comienza a escasear su ingreso se reduce a 250 o hasta 100 dólares a la semana; cabe señalar que tan solo sus gastos por bienes de consumo final o productos básicos (higiénicos, por ejemplo) llega a ser mínimo de 250 dólares.
Por lo que tan solo entre su ingreso y salida de Estados Unidos habrá destinado cerca de 13 mil 300 dólares, 275 mil pesos mexicanos, puesto que 235 mil pesos destinó para ingresar al país vecino.
"Es muy caro llegar ilegalmente a Estados Unidos, yo lo que recomiendo es buscar la forma de tramitar una visa de trabajo que es lo más barato que pueden conseguir", exhortó Alberto o Beto como le gusta que lo llamen sus amigos.
"Y así como reclamamos, nos enfurecemos porque tratan mal a nuestros paisanos allá, nuestra actitud hacía quienes vienen del sur, debería ser similar, no tenemos por qué culparlos, por qué agredirlos, por qué descalificar", ánimo el doctor, profesor e investigador de Sociología de la facultad de derecho y ciencias sociales de la BUAP.
Frente a ello, los mexicanos debemos abandonar la polarización evitar culpar de los males que nos aquejan a quienes no son responsables, ya que en su mayoría, quienes pasan por nuestro territorio son caravanas migrantes de familias completas, con la promesa de una mejor vida o en busca de regresar a su hogar.
Mientras que la sociedad debe abandonar la reproducción de conductas que se reprueban del gobierno y sociedad estadounidense, autoridades municipales, estatales y federales en México como parte de la ayuda humanitaria dirigida a migrantes, deberán considerar la asistencia mental-psicológica.