"Pepenadores se expanden", pese a contaminación y comerciantes de temporada

La contaminación por el inadecuado manejo y disposición de la basura tanto al interior, como a los alrededores del Mercado La Purísima de Tehuacán, continúa creciendo, aún cuando se encuentra instalado a pocos metros del punto semipermanente de residuos sólidos urbanos, el "Mercadito de los Muertos"; incluso algunas privadas se han convertido en nuevos puntos de "pepenado y operación" de personas dedicadas al reciclaje, quienes ya han protagonizado agresiones hacía los vecinos de la zona.

Aún cuando el punto semipermanente de acumulación de basura sobre la calle 9 sur casi esquina con calle 5 oriente, ya había sido levantado por personal del Organismo Operador del Servicio de Limpia de Tehuacán (OOSELITE), desde las primeras horas de este lunes comenzó de nuevo el amontonamiento de bolsas de desechos, con todo y que el sitio presenta una severa contaminación, presencia de fauna feral, escurrimiento de lixiviados y que a pocos metros se encuentran instalados más de 100 comerciantes del "Mercadito de los Muertos".

Ahora bien, vecinos de la colonia La Purísima también externaron su preocupación por la expansión de las personas dedicadas al "pepenado", que no solo almacenan basura al interior del zoco, que está mañana amaneció con residuos tanto en los espacios de los puestos como en los pasillos; sino también en otras calles y privadas.

Tal es el caso de la privada de la 9 sur casi esquina con calle 3 oriente, la cual desde hace meses se convirtió en un "tiradero a cielo abierto", sin embargo la presencia de penosas dedicadas al reciclaje, en su mayoría bajo los efectos de sustancias tóxicas o en situación de calle, ha incrementado, por lo que dicho sitio se convirtió en uno de sus puntos de pepenado.

Sin embargo, las opiniones de ciudadanos se dividieron puesto que mientras algunos de ellos solicitaron la intervención de seguridad pública y de las autoridades correspondientes para el retiro de dichas personas, ya que en varias ocasiones han agredido a los vecinos que les piden no abrir las bolsas, ni esparcir los desechos y retirarse; hay quienes consideran que ante la crisis de recolección que vive la zona, a cambio de unas monedas dichas personas acceden a barrer la basura, a reunir un montón y de a poco comenzar a llevársela, lo que les representa un alivio aunque sea parcial y de unos días, puesto que la costumbre de dejar allí los desechos prevalece.