Debido a que actualmente la introducción de ganado para sacrificio ha superado la capacidad de trabajo del Rastro Municipal actual, que incluso se ha visto absorbido por la mancha urbana, encontrándose ya a escasas cuadras del centro de la ciudad, tablajeros e introductores consideran que esto ha generado que surjan e incluso sean tolerados los rastros clandestinos o de traspatio por las autoridades de los diferentes niveles de gobierno.
De acuerdo a lo estimado por la Unión de Tablajeros, el actual rastro de Tehuacán no se da abasto para satisfacer la necesidad que existe, ya que en el sitio se sacrifica ganado de municipios como Chilac, Tepanco, Tlacotepec, en cantidades que van desde 5 hasta 30 cabezas de ganado por cada introductor a la semana, orillando a que surjan sitios irregulares donde no se cuenta con la inspección de sanidad de la carne por veterinarios.
Esta razón también afecta a tablajeros ya que la carne de estos sitios es más económica al no pagar los mismos impuestos, no solventar la documentación de los animales, boletas y guías sanitarias, pero la gente la compra por el precio, por lo que primero se debe revisar que la carne tenga un sello oficial del rastro, el cual va en brazuelos, piernas o parte interna de la costilla.
De esta manera, se considera es urgente que se dé agilidad al proyecto del rastro intermunicipal en el que trabaja el Gobierno Estatal, con la esperanza de que este permita tener un mayor control sanitario de la carne que se comercializa en Tehuacán y su región, pues aunque no se termine con la clandestinidad, se podría alcanzar la garantía del 95% de la carne distribuida.