Para expertos en salud emocional y mental, el hecho registrado durante el domingo donde una pareja resultó agredida con arma de fuego después de una discusión con sus agresores, es un ejemplo de que cada vez la violencia como solución a diferencias o problemas personales se está normalizando entre la sociedad.
Para el especialista Carlos López Méndez, representante del colectivo Efecto Mariposa, después de la pandemia y las emociones reprimidas, la gente tienen reacciones más agresivas para resolver conflictos, pero una de las situaciones a nivel gubernamental que está abonando a que cada vez sea más común este tipo de casos, donde hay agresiones mortales, es el hecho de que exista impunidad, que no exista la justicia para las víctimas, pues lo agresores tienen la confianza de que no tendrán consecuencias, que no serán detenidas o enfrentarán un castigo bajo la ley, lo cual deriva en asesinatos y ajustes de cuentas.
Explicó que las leyes fueron creadas para mantener el orden en la sociedad, para que nadie pase sobre ellas, pero cuando la población se da cuenta que los hechos quedan a las deriva, empieza a reaccionar en consecuencia de ello, de que "no pasa nada".
Por otra parte detalló que las personas que son violentas no tienen una reacción de la nada, sino que tienen señales que se pueden identificar, por ejemplo cuando son temperamentales, gritones, conflictivos, impulsivos, que reaccionan golpeando cosas cuando se enojan, son detalles con los que empiezan y van en escala subiendo de tono, hasta el grado de tener un arrebato de ira que pone en riesgo la vida de otras personas, principalmente al estar bajo los influjos de una sustancia ilícita.
Respecto a ello, puntualizó que la violencia debe ser detenida desde el inicio, pero a pesar de ello, la atención asistencia psicológica a personas violentas es baja, por que la gente ha normalizado esas conductas, o piensan que no pasara a mayores, y solo va de 2 personas al mes.