Un patrón ha sido identificado en los últimos ciclos escolares por departamentos psicopedagógicos y de investigación educativa, del que resalta el aumento de las conductas de violencia escolar entre tres y cinco meses después que son retomadas las clases tras largos periodos de descanso.
Ante ello, prevé que los casos de bullying, acoso, problemas de adicciones y en general la violencia escolar, aumente un 50 % para mayo de 2023, puesto que las estadísticas señalan que el aumento se da de manera gradual de 3 a 5 meses después del regreso a clases, luego de un periodo de vacaciones.
"Por ejemplo cuando regresamos a clases presenciales, el repunte de este tipo de problemáticas se comenzó a dar hasta 3 ó 5 meses después, salimos de vacaciones, y se volvió a registrar el mismo comportamiento" argumentó Carlos Aguilar Sánchez, psicólogo e investigador educativo en Tehuacán.
Considerar que a estas problemáticas contribuye el "bombardeo social", desde la fecha comercial del 14 de febrero hasta las tendencias en redes sociales, espacio en el que últimamente se han "viralizado" o popularizado las emociones negativas, lo que impide que lo adolescentes aprendan a comunicarse de manera asertiva; siendo este factor el que fomenta muchas prácticas de violencia e impide la solución de problemas.
"Es importante coadyuvar para formar generaciones que tengan la capacidad de reformularse a partir de un criterio generalizado pero informado, y sobre todo de tener en alta estima su salud emocional", finalizó.