Con las lluvias recientes que han caído en la ciudad, ha empezado a preocupar no solo la anegación de agua en las calles como consecuencia de la obstrucción de las alcantarillas, rejillas y bocas de tormenta con basura, tierra y hojarascas secas de los árboles, sino que también, ha preocupado que las bocas de tormenta presentan agua estancada de lluvia y esto podría generar la proliferación del mosco transmisor de dengue.
En este sentido, son las boca de tormenta sobre la calle 2 Poniente entre avenida Reforma y hasta la 4 Norte las que presentan este problema, ya que desde que se ejecutó esa obra en 2022, estas estructuras que forman parte del drenaje pluvial se dejaron con detalles, pues las tuberías por donde debe desaguar el agua que cae a cada boca de tormenta se dejaron centímetros arriba del fondo, esto hace que el agua no fluya y se quede estancada.
Con ello, además de generar malos olores, se teme que con las precipitaciones en las noches y el calor que hace durante las mañanas y tardes, estas bocas de tormenta sirvan como criadero del mosco transmisor del dengue, vulnerando a la gente que vive y trabaja en dicha zona.
Al respecto, Alfredo Gonzalez Castañeda, médico representante de la Sociedad Médica de Tehuacán, opinó que las condiciones de estancamiento de agua de lluvia en dichas alcantarillas, si representa un riesgo para la salud de los colonos que viven en la zona, pues recordó que toda agua limpia o de lluvia estancada sirve al mosco transmisor de dengue para reproducirse, de modo que de nada servirá hacer campañas de descacharrar en la zona si el foco de infección está en el sistema pluvial.
Por ello recomendó a la autoridad hacer lo correspondiente para mitigar el riesgo que representan las bocas de tormenta en dicha zona y no esperar hasta que se registren más casos activos de esta enfermedad.