Aunque otros giros de temporada han estimado que algunas dinámicas tradicionales del día de muertos se han ido perdiendo con el paso de los años, por el desinterés de las nuevas generaciones o la situación económica, la renovación y/o rehabilitación de la cruces en los panteones es una actividad que persiste, esto lo comentó Juan Mendoza, comerciante de cruces "Funerales Vélez".
El entrevistado compartió que es en a comunidades, pueblos y municipio aledaños a Tehuacán donde más se conserva esta actividad, pues las familias, a además de recibir a las ánimas de sus difuntos en sus hogares con la colocación de ofrendas y visitar los cementerios, recurren a cambiar la o rehabilitar la cruz si esta ya luce deteriorada.
Señaló, que en Tehuacán es común que la gente solo cambie el adorno de la cruz, mientras que en la región hacen el cambio completo de ella, sobre todo zonas como Zoquitlán, Tlacotepec de Díaz, Vicente Guerrero, Santa María la Alta, entre otros, de esta manera fue desde el pasado sábado 26 de octubre que los talleres de elaboración y reparación de cruces empezó a tener una gran afluencia de clientes, incrementando hasta un 100%.
Así, sí en un día normal se venden de 5 a 6 cruces, para esta temporada la cifra diaria llega a ser de 10 a 12 cruces, siendo tanto la cruz de madera como la de metal las más solicitadas, en tanto que el tamaño y tipo de adorno depende de lo que solicite el clientes, además se pueden encontrar cruces de 380 hasta 2 mil 200 pesos de madera y las de metal de 480 hasta mil 700 pesos.
Considero que la tradición de renovar o rehabilitar la cruz de los difuntos se ha preservado a pesar del paso de los años debido a que es un símbolo sagrado, pues incluso después de adquirir la cruz y antes de llevar a los panteones, se lleva a bendecir.