El desinterés de varias administraciones municipales, ha provocado que un vestigio histórico este poco a poco desapareciendo ante el crecimiento de la ciudad; se trata de un tecuate "Serpiente de Piedra", que es una construcción antigua que ha sido considerada la red de conducción de agua más importante de América.
Desde la creación de Tehuacán, esta enorme serpiente de piedra la atravesaba, una base sólida formada por el hombre, pero el paso constante de aguas llenas de minerales, se fosilizó formando un canal sobre ella en el que recorría el agua por gravedad y se distribuía en todo el valle, pasando Coxcatlán, Altepexi y San José Miahuatlán.
Según la Carta Urbana que tiene el Ayuntamiento, son tres ramificaciones que atravesaban la ciudad, distribuyendo el líquido en la zona norte, zona centro y zona sur, sin embargo, la que dividida la ciudad desapareció en su totalidad y de las alternas, solo quedan pequeños tramos que aún se conservan pues el resto, fueron destruidas para construir sobre ellas.
Las zonas de destrucción de las tecuateras en la ciudad a sido en El Riego, Santa María Coapan, San Diego Chalma, Granjas de Oriente, San Rafael, Juan Pablo Segundo, San Lorenzo Avenida José Garci Crespo, Avenida Socorro Romero; la única zona donde se respetó parte de la tecuatera, ha sido en el Fraccionamiento Reforma.
Recientemente, una denuncia hecha por vecinos del Fraccionamiento Reforma, evidenció como maquinaria destruía una gran parte de un tecuate, lo cual hizo que se exigiera la intervención de las autoridades municipales, así como del Instituto de Antropología e Historia (INAH), ya que supuestamente estos vestigios deben estar protegidos por ellos.
"están trabajando aquí y la situación es que dentro de un terreno esta una estructura que era utilizada para transportar agua nuestros ancestros y la están destruyendo", fue la denuncia de un vecino.
Ambientalistas e historiadores ven ahora cómo se destruye este acueducto de los popolocas, que dieron origen a esta región, sin que se respeten las leyes de construcción o de protección, ni por el ayuntamiento, ni por el INAH; "es inadmisible que las autoridades no cuiden los vestigios arqueológicos del mundo antiguo popoloca del valle de Tehuacán", señaló el activista Martin Barrios.