A través del Instituto para la gestión, Administración y Vinculación Municipal y Gobierno (IGAVIM), se realizó un análisis de la información recopilada de 10 municipios, los más habitados del estado de Puebla, referente a la infraestructura de los rastros municipales y la manera en que están operando, la mayoría con deficiencias y limitaciones, incluso señalando la capacidad de sacrificio y el tiempo considerable para estar funcionando.
Los municipios considerados fue Amozoc, Atlixco, Cuautlancingo, Huauchinango, Puebla, San Andrés, Cholula, San Martín Texmelucan, San Pedro Cholula, Teziutlán y Tehuacán, en la mayoría reportan la existencia de un rastro controlado por las autoridades, la mayoría no tienen ningún proyecto de ampliación y todos cuentan con instalaciones viejas, sin embargo, en el caso de Tehuacán se hace referencia de que existen instalaciones adecuadas para el sacrificio de animales, que si se tiene considerada una ampliación y que tiene instalaciones recientes, además de que se considera un tiempo de vida de 50 años, siendo sólo San Martín Texmelucan, quien se acerca en este mismo concepto, pero sólo por 10 años.
En cuanto a las observaciones hechas en el caso de Tehuacán, se detalla "se podrá ampliar de entre un 10 o un 15% de capacidad de sacrificio, de acuerdo a las mejoras que se realicen en las instalaciones aún con deficiencias en su operatividad"; se hace hincapié que los rastros municipales juegan un papel clave en la economía local y la seguridad alimentaria, por lo que el estado actual para la mayoría de los municipios, debe generar preocupación entre comerciantes y productores, ya que el mal manejo de este tipo de infraestructura pone en riesgo la salud pública.