Con solo 2 alumnos de preescolar y 4 de nivel primaria en el pasado ciclo escolar, una de las 3 unidades del Consejo Nacional de Fomento Educativo (CONAFE) en Tehuacán; ubicada en la junta auxiliar de San lorenzo Teotipilco habló sobre la crisis educativa, en servicios básicos y en materia de seguridad, a la que se enfrentan, la cual recrudeció a consecuencia de la pandemia por Covid-19; y que desde el periodo 2020-2021 amenazaba con cerrar dicha unidad.
Y aunque para el ciclo escolar 2021- 2022 su matrícula incrementó a 9 alumnos en primaria y 5 de preescolar, al menos el 40% del total presenta rezago educativo; y de las inscripciones al inicio del periodo escolar, 5 se dieron de baja.
"Fue muy complicado, después de más de un ciclo escolar a distancia, porque este sistema está dirigido a comunidades apartadas, con carencias sociales y tecnológicas? Sí hubo rezago, porque muchos padres nos decían que no podían estar al pendiente de sus hijos, incluso nos llegaban a decir que preferían mandarlos a trabajar para que les apoyaran llevar sustento a sus hogares", comentó Cecilia Carrasco Soriano, psicóloga y docente del sistema CONAFE, en la unidad de San Lorenzo Teotipilco.
Recordó que durante la pandemia los líderes para la educación comunitaria tenían que acudir a sus unidades 2 veces por semana, para una jornada de 9 a 15 horas, pues la mayoría de los infantes no tienen acceso a internet y equipo digital; sin embargo, actualmente se encuentra operando 100% en clases presenciales, a diferencia de las escuelas federales, que se mantienen bajo el sistema híbrido.
Enfatizó que pese a no encontrarse en una comunidad al interior de la Sierra Negra, dado el sistema gratuito que maneja CONAFE, periódicamente les dotan de desinfectantes, cloro, gel antibacterial, y cubrebocas para los docentes como para los alumnos; no obstante, lo destinado en becas, para los líderes para la educación comunitaria o docentes, sigue siendo un monto bajo, por lo que muchos de ellos desertaron del programa.
Detalló que aún sigue siendo constante que en las unidades, al igual que en las comunidades donde están instaladas, carezcan de los servicios básico, para el caso de la ubicada en San Lorenzo, la problemática es la falta de agua potable, por lo que entre docentes y padres de familia tienen que cooperar para comprar una pipa; además de las carencias en mobiliario, mejora de aulas y dotación de herramientas digitales como computadoras y proyectores, para que la enseñanza- aprendizaje, sea más didáctica. Así también, la inseguridad durante el tiempo que las aulas permanecen solas, se hizo presente, pues fue el año pasado cuando les robaron una bomba de agua.