Para colectivos ciclistas, Tehuacán se encuentra en los últimos lugares no sólo por la escasa y descuidada infraestructura vial y/o urbana, sino también por la falta de programas que fomenten la prevención a accidentes o simplemente para el respeto de la "pirámide de la movilidad", como parte de la educación en esta materia.
En el marco del Día Internacional de la Educación Vial, integrantes del Colectivo Tehuacán en dos Ruedas indicaron una serie de deficiencias en materia vial, que parten desde la falta de capacitación del personal relacionado con la movilidad en el municipio, no solo tránsito, sino también desarrollo urbano, industria y comercio, grupos vulnerables e incluso educación. La responsabilidad ciudadana al usar el celular mientras se maneja, no ponerse el cinturón o equipo de seguridad personal cuando se aborda un automóvil o motocicleta.
Exceder el límite de tripulantes por unidad; para el caso de ciclistas conducir mientras se usa audífonos, no contar con reflejantes, luces traseras, no portar casco. Y en general, no respetar las señaléticas que en muchas ocasiones no están correctamente dispuestas, carecen de mantenimiento o no se conoce su significado.
Todo ello converge en una falta de proyectos preventivos para fomentar una educación y cultura vial; pues si bien hay un reglamento de tránsito que contempla sanciones en caso de incumplirlo, se trata de una estrategia correctiva, "arreglar conductas de las que no se hace nada por prevenir", indicó Raquel González Blanco, representante del colectivo.
Abundó que tras la rehabilitación del libramiento San Lorenzo-Tecnológico, Tehuacán sólo alcanzó medio punto en el avance vial; le falta el acotamiento, no está correctamente señalizado y se presenta el mismo problema de "una falta de educación vial"; ante todo ello, se encuentran buscando un espacio para implementar un segundo "bici mural", e incidir así en la construcción de una cultura del respeto hacia peatones y otras formas de movilidad por parte de los automóviles, motocicletas y transporte público, que dicho sea de paso, necesita de mantenimiento y regulación.