A raíz de una iniciativa que tuvo el Episcopado de México, durante este martes, todas las iglesias del país, se sumaron en un actividad pocas veces vista, que fue el repicar las campanas por un minuto en punto de las 3 de la tarde, esto un año de Cerocahui y ante la ola de violencia y muerte que se vive en el país, refrendando el compromiso por construir la paz.
Hace un año, el 20 de junio de 2022, fue derramada la sangre de los hermanos sacerdotes jesuitas Javier y Joaquín, en la Sierra Tarahumara, en Chiapas; estas muertes violentas, sacudió a la iglesia profundamente y convocó a múltiples acciones, más aún porque todavía no hay justicia, para ellos y para tantas personas que han sido y son víctimas de la violencia.
Como Iglesia en México se llamó a emprender dos acciones nacionales, que fue la primera de ellas a que el pasado 18 de junio, en cada parroquia y diócesis de México, se celebrará una misa especial, en donde hiciera memorial de todas las víctimas de la violencia en el país y se pidiera por todas las personas desaparecidas, pidiendo que amigos y familiares de víctimas de la violencia portaran las fotografías de sus seres queridos a esta celebración.
De la misma manera para este 20 de junio, a las tres de la tarde, se convocó a repicar por un minuto las campanas de todos los templos y capillas, en memoria de todas las víctimas de la violencia en México y como clamor por la justicia, como refrendo de nuestro compromiso para construir la paz, pidiendo que, durante ese minuto, cada persona recordara y orara por las víctimas de la violencia y a pedir por la paz.
Cumpliendo con esa petición, las iglesias de esta ciudad, hicieron sonar sus campanas, por un minuto, a petición de los sacerdotes, explicándoles a sus fieles, el motivo por el cual se estaba llevando a cabo esta acción.