"Es muy fuerte para las personas, viene una disminución de alimentación, el enojo, el rechazo, el reclamo, porque no tenemos una cultura de ver a los asilos como un recurso para tener un buen envejecimiento", comentó Carlos López Méndez, Psicólogo.
"Para mi, este lugar ya no era extraño, cada año venía a la kermes que realizaban las madrecitas, para mi este lugar no era nada extraño; pero ni en sueños pensaba que iba a venir aquí, sino que las circunstancias a veces la obligan a uno, pero estoy feliz y tranquila", compartió Adela Ocaña Ginés de 80 años de edad, residente en el Asilo de Anciano de Tehuacán.
"Una gran satisfacción de entregar mi vida por los seres más necesitados, la gratificación no la recibimos de ellos; desde el momento en que yo decidí ser religiosa, decidí enredar mi vida a Dios y a través de él, a los seres más necesitados", destacó María Lourdes Castro Gabino, Directora de Ancianos de Tehuacán.
Hasta agosto de 2018 en México había 819 asilos y otras residencias para el cuidado de los adultos mayores (85% del sector público), para mayo de 2024 ya eran Mil 096 unidades de este tipo. La enfermera de profesión y religiosa de vocación María Lourdes Castro Gabino, tras su llegada de Ecuador a Tehuacán, compartió su experiencia de 30 años (desde 1994) de servicio en el "Asilo de Ancianos".
Población en el Asilo de Ancianos de Tehuacán:
Entre los 80 y 96 años
"Será porque yo viví con mi abuelita, por varios años, entonces a mi me gustó mucho convivir con ella, y después cuando pude estar en Ecuador con las hermanas en mi etapa de formación a mi me gustaba mucho acercarme a las hermanas mayores y decirles: vamos a caminar, a dar un paseo, ayudarles", recordó María Lourdes Castro Gabino, Directora del Asilo de Ancianos de Tehuacán.
Aún cuando el ingreso al asilo debe ser una decisión del adulto mayor, tras una revisión geriátrica, psiquiátrica, y la visita a las instalaciones; 8 de cada 10 abuelitos llegan al sitio de asistencia, con tristeza profunda o hasta depresión, generalmente a causa de sus problemas de salud.
"Se sentía tan mal que decía, que se quería morir, traía un problema de artritis, osteoporosis, circulación, de gastritis, se le ayudó en todos estos problemas y hace algunos días ella me dijo: madre deme algo que hacer", compartió la Directora del Asilo, un anécdota de una mujer de la tercera edad que tras llegar al asilo presentó signos de depresión a causa de enfermedades físicas.
Tras el seguimiento de tratamientos médicos, a medida que avance su rehabilitación mediante la realización de terapia física, cuidados podológicos, actividades de pintura, juegos de mesa, canto, baile, recitales de poemas, masajes, caminatas en jardines de terapia, actividades de bajo riesgo en la cocina, entre otras, despiertan sus ganas de continuar viviendo, resignifican su existencia y aceptan su etapa, con paz y felicidad.
Los abuelitos que están aquí, es porque no tienen familia, o que tienen familia pero que están muy ocupados, fuera de casa, entonces el abuelito pasa a un segundo término", destacó la Directora del Asilo.
"Muchas veces se recurre a los asilos, pensando que ahí serán mejor cuidados y mejor atendidos, derivado a que yo como familiar no tengo las posibilidades; y claro que hay dolor; y se hace todo lo posible por mantener a mi familiar cerca", consideró el Psicólogo Carlos López.
"Primeramente la fe en Dios, segundo pensar positivamente y vivir el día como si fuera el último; el pasado ya pasó, el presente no lo conocemos, así que hay que vivir el momento", exhortó Adelita.
Adelita, residente en el "Asilo de Ancianos" de Tehuacán desde hace 9 años, enfatiza que luego de trabajar desde los 5 años con una familia "acomodada" en San Martín Atexcal, el asilo le representa un lugar de descanso, de armonía; y pretende mantener esa tranquilidad que la comprensión de la vida, le brindó.
"Vamos a vivir una vida tranquila, confiada en Dios. Como decía mi mamacita que en paz descanse: la fe en Dios y adelante", culminó Adelita.