Pese a que se registren lluvias, no puede afirmarse que hubo una recarga inmediata en el acuífero del Valle de Tehuacán, porque para ello debe considerarse el ciclo hidrológico y cómo se da la infiltración; sin considerar que solo se saben de 3 municipios con obras de conservación de agua y suelo, que no son al cien por ciento eficientes por la falta de mantenimiento, ni suficientes; además que son las zonas de recarga donde hay más presión por deforestación, que de no tomar interés por los municipios no hay garantías de disponibilidad del recurso.
Y es que para decir que en un año hay una recarga exitosa en el acuífero del Valle de Tehuacán, es difícil, ya que el agua de la que se dispone actualmente ha sido almacenada desde hace centenas o hasta miles de años; y es que independientemente de cómo se desarrolle la precipitación pluvial este año en la región, la recarga es compleja.
Ana Méndez Huerta, Gerente Operativo del Consejo Técnico de Aguas Subterráneas (COTAS) Tehuacán, detalló que aún si se presenta un año de mucha precipitación como en algunos periodos anteriores con hasta 550 milímetros, que se puede catalogar como "de mucha lluvia", por encima de los 350 o 370 milímetros "años con escasez", para la recarga del acuífero intervienen diversos factores como la cubierta vegetal, por ejemplo, si es basta la lluvia empapa los árboles y para infiltrarse directamente, dependerá de la permeabilidad del suelo. Cuando la precipitación es intensa pero de corta duración, habrá menor infiltración y más escurrimiento.
Frente a todo ello "la siembra y cosecha de agua o las obras de conservación de agua y suelo", son elementos que favorecen la infiltración, mismos que deben ser priorizados por los municipios que hasta el momento no han tenido el interés, puesto que aun cuando en Vicente Guerrero, Nicolás Bravo, Santiago Miahuatlán hay algunas obras de conservación carecen de mantenimiento y no son suficientes, considerando que hay 21 municipios los que se benefician del acuífero.
"Siempre se les ha recomendado a los municipios para que se organicen, identifiquen zonas de recarga, la cuenca, subcuenca o microcuenca; que busquen poner zanjas bordo, presas de gavión, jagüeyes, que aportan a la retención e infiltración, y detienen la erosión del suelo, favoreciendo que haya más nutrientes para la vegetación, que sea más tupida y vuelve el ciclo de recarga", dijo.
Manifestó que la demanda de agua actualmente es alta por el crecimiento de la población, por lo que también debe involucrarse el sector agrícola, industrial, pecuario, quienes en muchas ocasiones realizan proyecciones de crecimiento industrial y urbano (en el caso de los municipios) sin considerar el impacto ambiental y la disponibilidad de recursos, que en el caso del agua, está estrechamente ligada al cambio climático.