A pesar de que en Nayarit no se presentaron afectaciones a consecuencia de la erupción del volcán Hunga Tonga, las cooperativas de cultivo de ostión alzaron la voz al dar a conocer que se perdieron más de 200 toneladas por esta misma situación.
Según afirmaron el hecho de que retrocediera el mar causó que muchas de sus balsas fueran arrastradas por el mar y fueran destruidas por las olas, generando en muchos de los casos la pérdida total del cultivo.
A nivel global se afectó el 30% de la producción total del ostión en Nayarit por lo que se espera poder acceder a un apoyo por parte del gobierno estatal o federal como les es entregado a los agricultores y ganaderos en casos de desastres.