A 7 años del desastre; habitantes pierden todo nuevamente

Corría el mes de julio del año 2013 y los vecinos del municipio de Xalisco que habitan al margen del arroyo del Indio no esperaban la catástrofe que vendría por el desbordamiento ante la caída de una tromba que afectó a decenas de familias, 7 años, 1 mes y 20 días más tarde, la trágica historia vuelve a repetirse pero esta vez en la parte alta por el deslave de un cerro que dejó en pérdida total a 3 familias, y dañó 4 casas, además de afectar todo el asentamiento en la colonia Nuevo México.

"Iba para las 3 de la tarde cuando les estaba queriendo dar de comer a mis hijos, vimos que llegó la tormenta como siempre y lo vi normal, mi niño estaba en a cocina donde fue la desgracia, le dije: allí acuéstate ´mijo´, pues nomas oímos como cuando baja el río, y me asomé y era la tromba que bajó con todo, árboles y todo bajó, mis niños yo como pude los bajé por las bardas, nomas vimos que las piedras entraron por mi cocina donde estaba él acostado en mi camita", armada de valor así lo relata la señora Manuela de Jesús Blanco, la principal afectada con pérdida total de su vivienda. 

Manuela es madre de 6 hijos, ella y su esposo perdieron a uno de ellos hace apenas unos meses, sin embargo la vida les volvió a dar una trágica sorpresa: "Pues de la noche a la mañana nos quedamos en la calle, de plano nos quedamos sin nada, ahí andamos con los vecinos que gracias a dios nos apoyaron, aunque sea a mis hijos con ropita".

El patrimonio que junto a su esposo tardaron en construir durante 13 años no resistió el paso del agua, piedras y lodo que cedieron al colapso del terreno arenoso, donde metros arriba sobre la meseta se realizó la formación de una represa de agua. Ella apenas tuvo tiempo para salir con toda su familia, sin embargo tras ponerse a salvo, el temor y las revelaciones de lo sucedido carcomían sus pensamientos. 

"Yo no dormí porque oí los truenos y le dije a mi hija que se me revelaba, yo me traumé totalmente".

Manuela como los demás vecinos de la colina fueron informados por las autoridades sobre el riesgo de asentarse a vivir en esta zona, no obstante asegura que la necesidad de tener un techo dónde pasar la noche es mayor y bajo su propio riesgo se quedó, sin embargo ahora la naturaleza la ha forzado a retirarse, por lo que lo único que pide es un lugar donde pueda ser reubicada junto a sus hijos y esposo, y comenzar desde cero. 

"Lo que tengan de voluntad, mi familia y yo quedamos totalmente sin nada, lo que sea su voluntad y lo que puedan". 

ALBERTO CARDONA, MEGANOTICIAS