Este 8 de marzo las mujeres de Tepic tomaron nuevamente las calles para expresar la defensa de sus derechos, derechos ya ganados y aquellos que aún falta con ganar, para exigir justicia por las víctimas de feminicidio y de cualquier tipo de violencia.
La glorieta de la Hermana Agua fue el punto de reunión donde participaron las madres, hermanas, amigas y todas ellas que han perdido a alguien por la violencia en contra de las mujeres, víctimas que no fueron escuchadas y que mucho menos vieron a su agresor ante la justicia; por eso, aquí la exigencia de que las instituciones hagan su trabajo.
Inició la marcha con la Batucada, las mujeres de baja movilidad como mamás con hijas e hijos, así como quienes están embarazada; siguieron los contingentes de pueblos originarios, familiares víctimas de feminicidios, madres sobrevivientes de la violencia vicaría y finalizando con estudiantes, jóvenes y otros grupos.
Edificios como el Palacio de Gobierno y la sede del Congreso sirvieron de lienzo para plasmar las peticiones de justicia y respeto a sus derechos.
En la Catedral, algunas de las manifestantes rompieron la valla e ingresaron al atrio del recinto católico donde dejaron su testimonio de protesta.
El punto final de la movilización 8M de Tepic fue en la pérgola de la Plaza Principal, donde las asistentes escucharon el posicionamiento de este año, documentó que enmarca todas las solicitudes y luchas de las mujeres.