De nueva cuenta la laguna de Santa María del Oro tuvo un cambio de coloración en sus aguas, en esta ocasión pasando de azul a color marrón.
Según información del investigador en ciencias ambientales Mario Ortiz, las bajas temperaturas ambientales junto con la fuerte acción del viento sobre la superficie del lago provocan el mezclado de sus aguas.
Durante la noche el aire sopla hacia el mar y por la tarde en sentido contrario, generando un enorme giro en el sentido contrario a las manecillas del reloj. Este batido de la columna de agua pone los nutrientes del fondo a disposición del fitoplancton lo que a su vez provoca una floración de algas. Estas floraciones tienen el potencial de producir toxinas que pueden causar daños a personas y vida silvestre. Para minimizar riesgos, evite el contacto con el agua.