Camellón ecológico de avenida Insurgentes no reune condiciones para arbolado

Aunque es un proyecto que se une a la renovación de espacios verdes para reducir a largo plazo 2 grados a la ciudad por el calentamiento global, la propuesta del ayuntamiento capitalino por establecer un camellón ecológico en avenida Insurgentes entre 12 de Octubre y Ures está destinado a perecer de acuerdo a la opinión del experto Agroecológico, Ismaél Ortiz, debido a que el proyecto no contempla la profundidad suficiente para crear las condiciones idóneas para la siembra de árboles de gran altura o inmenso follaje.

"Los árboles requieren una variada amplitud de espacio para que sus raíces prosperen,  para que resistan el embate de los vientos cuando hay huracanes, entonces en un terreno duro, en un terreno como el de esa condición no va a poder prosperar, no va a poder crear esas estructuras que le permitan sostenerse y defenderse de un posible huracán o un viento fuerte". -Ismael Jiménez Ortiz, Tecnico Agroecológico de la Secretaría de Agricultura, Ganadería, Desarrollo Rural, Pesca y Alimentación (SAGARPA). 

Lo recomendable afirman será plantar sobre el camellón ecológico especies como la amapa rosa y primaveras, sin embargo se vuelve al mismo problema, no se cuenta con la profundidad debida para que los árboles tengan el suficiente agarre, lo que provocará también estrés a las especies, mayor esfuerzo y repercutirá en no cumplir correctamente su ciclo de florecimiento.

"No ese cajón que van a hacer, no lo he visto pero si hacen un cajoncito de 40x40 cm y 40 cm de profundidad hagan de cuenta que es una macetita que no tienen orificio de salida tampoco para el exceso de agua, entonces eso no va a servir, ocupan meter una máquina de esas que les llaman "mano de chango" que le cambien la pala por un taladro y rompan esa capa dura hasta donde encuentren el jal, entonces allí sí el árbol va a prosperar". -Ismael Jiménez Ortiz, Tecnico Agroecológico de la Secretaría de Agricultura, Ganadería, Desarrollo Rural, Pesca y Alimentación (SAGARPA). 

Esto no evitará que los árboles se desarrollen explicó el experto, ya que pueden crecer pero también producirán enfermedades fungosas, en particular la conocida como fusario, que entra por la raíz hacia el sistema vascular, dañando al árbol por dentro y bloqueando el correcto flujo del agua con nutrientes hacia la copa que es donde se realiza la fotosíntesis, provocando una muerte descendente; es decir, de arriba hacia la raíz, provocando también el denominado agovio.

ALBERTO CARDONA, MEGANOTICIAS.