Ciencia, 27 abr (EFE).- Un estudio basado en datos de salud de más de 315 millones de estadounidenses ha constatado que la contaminación atmosférica también provoca problemas de salud mental como el estrés o la depresión, lo que aumenta el riesgo de muerte por enfermedad cardiovascular en los adultos menores de 65 años.
El estudio, realizado por investigadores del Hospital General de Massachusetts y la Facultad de Medicina de Harvard (Boston, Estados Unidos) se ha presentado en el congreso de la Sociedad Europea de Cardiología (ESC) que se celebra en Atenas.
"Nuestro estudio muestra que el aire que respiramos afecta a nuestro bienestar mental, lo que a su vez repercute en la salud cardíaca", subraya Shady Abohashem, autor principal e investigador en Harvard.
Según datos de la Organización Mundial de la Salud (OMS), la contaminación atmosférica causó 4,2 millones de muertes prematuras en todo el mundo en 2019. A su vez, la enfermedad mental también se ha relacionado con la muerte prematura.
El estudio quiso examinar si la contaminación atmosférica y la mala salud mental están interrelacionadas y si tienen un impacto conjunto en la muerte por enfermedad cardiovascular.
Para ello, los investigadores se centraron en las partículas PM2,5, partículas muy pequeñas en el aire que tienen un diámetro de 2,5 micrómetros y que son las que mayor riesgo presentan para nuestra salud. Estas partículas finas se generan en los tubos de escape de los vehículos, en la combustión de las centrales eléctricas y en la quema de madera.
Contaminación, salud mental y mortalidad cardiovascular
A partir de estos datos, el equipo analizó las asociaciones entre contaminación, salud mental y mortalidad cardiovascular prematura y descubrió que los condados con mayores concentraciones de PM2,5 tenían un 10% más de probabilidades de notificar peores niveles de salud mental, en comparación con los condados con aire limpio.
En estos condados, los niveles más altos de problemas de salud mental se asociaron con un aumento tres veces mayor de la mortalidad cardiovascular prematura en comparación con los niveles más bajos de salud mental.
"Estos resultados revelan una doble amenaza de la contaminación atmosférica: no sólo empeora la salud mental, sino que también amplifica significativamente el riesgo de muertes relacionadas con el corazón asociadas a una mala salud mental", advierte Abohashem.
Para el investigador, este estudio demuestra que "hacen falta urgentemente estrategias de salud pública que aborden tanto la calidad del aire como el bienestar mental para preservar la salud cardiovascular". EFE
Nota de Redacción
La ciudad de Tepic registra desde el sábado 20 de abril el incendio del relleno sanitario "El Iztete", que ha generado una contingencia ambiental por la mala calidad del aire, debido a los humos provocados por la quema de los materiales de desecho; expertos señalan el riesgo de respirar agentes altamente tóxicos. e incluso, cancerígenos.