"Nos levantamos y no sabemos ni que hacer" son las palabras de la señora Irma Díaz, vecina de la colonia independencia de Tuxpan, Nayarit dice para describir su día a día luego de vivir la sinundaciones de octubre. Sin muebles, y su patio con al menos 30 centímetros de lodo a medio secar, la señora pasa los días sin poder limpiar pues ninguna maquinaria ha pasado por su colonia para recoger el lodo de las calles, mucho menos la basura que sale de las casas.
Aunque las autoridades de salud han pasado a encalar las calles, los patios de las viviendas y a emitir recomendaciones para evitar infecciones y enfermedades; las personas tuvieron que rescatar algunos de sus enseres domésticos para poder prepara su comida con las despensas que entregan los ciudadanos. Comen en una mesa vieja que también lograron rescatar de entre el lodo y para dormir lo hacen en colchones que la gente les regaló.
Así como la señora Irma, cientos de familias logran terminar los días, despertando a diario con incógnitas sobre los próximos días, por ejemplo la señora Martha Figueroa quien tuvo que abandonar su casa y refugiarse con su hija, pues el agua tapó completamente su vivienda.
Ahora las familias comienzan con la parte más difícil de esta situación: la reconstrucción, una tarea de dicen tendrán que hacer solos porque no han visto ayuda por parte de ningún gobierno (municipal, estatal y federal). Las madres y los padres de familia han comenzando a preguntarse sobre la fecha para que sus hijos regresen a la escuela, y sobre todo cuándo volverán a tener trabajo, pues de ello depende qué tan rápido puedan recuperar las cosas que ya tenían.
Tuxpan ya es transitable, pocas colonias quedan todavía con lodo en sus calles, un poco más de familias todavía no finalizan de limpiar sus casas, y la incertidumbre sobre el futuro comienza a apoderarse de quienes lo perdieron todo.