Hasta 85% en pérdidas contabilizan restauranteros
20 mil familias que dependen del comercio de los bares-restaurantes y la cadena productiva que se genera, han visto mermados sus ingresos en un 85% durante los 18 días que los bares y bares restaurantes han permanecido cerrados o trabajando bajo estrictas medidas sanitarias y sin venta de alcohol. Medida que por cierto señalan absurda al sólo aplicarse en Tepic y no en los otros municipios. "Es absurdo que si llega una persona y se sienta 5 horas y pide 5 refrescos no le dé COVID, y pida una cerveza, le da COVID. Entonces entendemos que son decisiones que se toman por gente no experimentada porque es triste ver que ni siquiera las reuniones de la mesa covid van los titulares mandan a sus terceros, entonces pues todo eso nos afecta", señaló Levi Monts, presidente de la Asociación de "Preservación del centro Histórico de Tepic".
Levi Monts señala que cuando de un negocio depende si la familia tiene o no para comer no se le puede considerar no esencial. Por lo que esperan que las autoridades se solidaricen con los restauranteros, hoteleros y comerciantes de Tepic, pues los visitantes al conocer las medidas activas para el municipio, prefieren seguir su camino hacia la zona de Bahía de Banderas y Compostela donde sí puede consumir libremente. "El personal sigue recibiendo su sueldo, pero su sueldo también depende de las propinas y entonces ahí vemos la afectación directa. Muchos de nuestros empleados se quejan -oiga patrón, gracias por darme el trabajo pero la muchacha de mi tienda de la esquina ya no me fía - entonces la familia está pasando realmente hambre", agregó.
Pese a no tener ingresos y presentar dificultades económicas, los propietarios de restaurantes-bar deben cumplir con el pago de impuestos, licencias y servicios al gobierno municipal y del estado, suma que puede alcanzar hasta los 50 mil pesos, cuota que se debe cumplir a tiempo, pues a la fecha no han presentado algún plan de pago, prórroga o acuerdo que les permita tener un mayor tiempo para cubrirse. La licencia de funcionamiento de negocios, permiso de venta de alcohol, dictamen de protección civil y hasta uno de nueva creación para verificar la instalación eléctrica, predial, agua potable, son solo algunos de los pagos que deben realizar, además de los gastos corrientes. "Un restaurante paga 12 mil pesos al ayuntamiento y unos 20 mil, 25 mil al gobierno del estado. Aparte todos los empleados tienen que pagar su tarjeta de sanidad, los permisos de una evaluación de seguridad, y es un gastadero, unos 50 mil pesos por negocio más o menos, negocio restaurant-bar con venta de alcohol", dijo.
Los comerciantes señalan que ni siquiera el titular de la COPARMEX, quien es su voz ante la mesa COVID, ha mostrado el compromiso de llevar sus demandas ante el grupo de expertos que toma las decisiones sin conocer realmente las afectaciones económicas, que sin duda llevarán a más cierres de pequeñas empresas.
Imagen de portada: Archivo.