Las autoridades migratorias evalúan otorgar tarjetas de visitante por razones humanitarias a los miles de migrantes, en su mayoría centroamericanos y haitianos, que están viajando en caravana por el sur de México desde hace casi una semana. La caravana, conformada por unas 5.000 personas, llegó este viernes a Acacoyagua, en el suroriental estado de Chiapas, tras avanzar unos 5 kilómetros.
En este municipio el activista Luis Rey García Villagrán, del Centro de Dignificación Humana (CDH), explicó a medios que se reunió con autoridades del Instituto Nacional de Migración (INM) para evaluar esta posibilidad. La reunión de migrantes y activistas se dio con Héctor Martínez Castuera, director general de Coordinación de Oficinas de Representación del INM en la región, para poder dialogar y analizar la propuesta de regularización.
"Las palabras textuales del funcionario Héctor Martínez Castuera es que es una propuesta del Estado mexicano y un compromiso del presidente de la República, Andrés Manuel López Obrador, de regularizar a los miembros de la marcha", apuntó García Villagrán.
Esos documentos de regularización se tendrían que entregar en al menos unos tres días, pero lo primero que se va hacer es determinar la logística y operatividad, pues se está proponiendo enviar a los migrantes a seis estados del país, agregó. Este jueves, el INM ya había informado por boletín que, bajo los principios de respeto a la unidad familiar, salvaguarda de los derechos humanos e interés superior de la niñez, se otorgarán tarjetas de visitante por razones humanitarias a mujeres embarazadas y menores de edad que integran la caravana de personas migrantes.
UN LARGO CAMINO
Los migrantes salieron del municipio de Escuintla de madrugada y arribaron a Acacoyagua, avanzando apenas unos cuatro kilómetros. Llegaron a este municipio y pernoctarán en un centro deportivo, donde van a esperar la respuesta del Gobierno mexicano.
El anuncio del INM -que evalúa todavía la situación- alegró y llenó de esperanzas a los migrantes que forman esta caravana de miles de extranjeros, donde viajan muchas familias con niños y adolescentes. Alexander Pineda, de Honduras, es un migrante que viaja con su familia de cuatro niños y señaló que con esta propuesta sus hijos dejarían de caminar y se sentirían un poco mejor.
Esta caravana ha avanzado unos 90 kilómetros en total tras partir de la localidad de Tapachula, fronteriza con Guatemala, el pasado sábado, de los más de 1.100 kilómetros que hay hasta la Ciudad de México, donde quieren llegar para exigir papeles migratorios, antes de avanzar hacia Estados Unidos. La región vive una ola migratoria sin precedentes desde comienzos de año, con un flujo histórico de 147.000 indocumentados detectados en México de enero a agosto, el triple de 2020.
Además, las cifras de arrestos en la frontera de Estados Unidos con México alcanzaron en el pasado año fiscal cifras nunca vistas hasta ahora, con más 1,7 millones de inmigrantes detectados por la Oficina de Aduanas y Protección Fronteriza (CBP). Esta nueva caravana se puso en marcha luego de que en los primeros días de septiembre las autoridades mexicanas frustraron el avance de cuatro caravanas de migrantes que partieron precisamente desde Tapachula.
Entonces, varias agencias de la ONU y ONG criticaron el uso de la fuerza en los operativos para desintegrar dichas caravana. EFE