México se ha consolidado como uno de los principales actores de la industria automotriz mundial, destacándose por su capacidad de producción y exportación de vehículos.
Debido a los recientes aranceles automotrices impuestos por el presidente de Estados Unidos, Donald Trump, la industria mexicana enfrenta nuevos retos. Trump anunció un arancel del 25 % a los automóviles exportados a su país, medida que entrará en vigor el 2 de abril de 2025.
Aunque las partes de autos fabricados en México y Canadá estarán exentas temporalmente, los vehículos con componentes fabricados fuera de Estados Unidos sufrirán un gravamen adicional, lo que podría afectar la producción y las exportaciones del sector automotriz en la región.
Con 37 plantas de ensamblaje, el país ha logrado posicionarse como un centro clave para la fabricación de automóviles, especialmente para el mercado norteamericano. La Asociación Mexicana de la Industria Automotriz (AMIA) resalta que este sector es responsable de una parte significativa del Producto Interno Bruto (PIB) del país y ha atraído una importante cantidad de inversión extranjera directa (IED), lo que favorece tanto la modernización de las plantas como la innovación en la producción.
México ha sabido adaptarse a las nuevas demandas del mercado global, incluyendo la producción de vehículos eléctricos e híbridos. A pesar de los desafíos globales como la pandemia de Covid-19 y la escasez de semiconductores, la industria automotriz mexicana ha demostrado su resiliencia. Hoy, el sector sigue siendo uno de los motores clave de la economía, con un crecimiento continuo y una proyección positiva para el futuro.
Un sector que impulsa el crecimiento económico
La industria automotriz mexicana representa una parte significativa del Producto Interno Bruto (PIB) nacional, aportando un total de 964 mil millones de pesos, con un 18% de participación del PIB manufacturero.
Con una red de 37 plantas de ensamblaje distribuidas en diversos estados del país, el sector genera en total 979 mil 235 empleos directos e indirectos. En 2021, la AMIA destacó que la industria automotriz se llevó 20 de cada 100 dólares de Inversión Extranjera Directa.
Esta inversión ha sido clave para el crecimiento sostenido del sector, promoviendo la modernización de la infraestructura, la innovación tecnológica y la expansión de las capacidades productivas.
México no solo es un punto neurálgico en la producción de vehículos, sino que también tiene una posición destacada en la exportación. Según los datos más recientes del Registro Administrativo de la Industria Automotriz de Vehículos Ligeros (RAIAVL) del Instituto Nacional de Estadística y Geografía (INEGI), en enero de 2025, México produjo 312 mil 257 vehículos ligeros, un aumento del 1.7% en comparación con enero de 2024.
De esta cantidad, el 73.8% fueron camiones ligeros. En cuanto a las exportaciones, México envió al extranjero 219 mil 414 unidades, lo que representó una disminución del 13.7% respecto al mismo mes del año anterior. Este descenso refleja principalmente la escasez de semiconductores y las restricciones logísticas a nivel global.
El corazón de la producción automotriz: Plantas y marcas en México
México alberga algunas de las plantas de ensamblaje más importantes del mundo, que producen vehículos de marcas globales.
Entre los estados más destacados se encuentra Guanajuato, que cuenta con cuatro plantas de ensamblaje, incluyendo a General Motors, Honda, Mazda y Toyota. Aguascalientes también es un importante centro de producción con tres plantas de ensamblaje, siendo Nissan una de las marcas que más destaca.
En el Estado de México, la planta de Ford en Cuautitlán se ha ganado un lugar especial por ser la primera en México en producir vehículos eléctricos de manera masiva. Esta transición hacia la producción de vehículos eléctricos en plantas mexicanas es un reflejo de la tendencia global hacia la sostenibilidad.
San Luis Potosí alberga la planta de BMW, que produce modelos como el BMW Serie 3 y el BMW Serie 2 Coupé, mientras que Coahuila es sede del Complejo Ramos Arizpe de General Motors, que ensambla los modelos Chevrolet Sonic y Chevrolet Cruze.
Puebla, por su parte, tiene la segunda armadora más importante de Volkswagen a nivel mundial, lo que resalta la relevancia de México en la producción de vehículos de esta marca. Otras marcas con plantas en México incluyen Audi, KIA, Mazda, JAC y Stellantis, que abarca a marcas como Alfa Romeo, Chrysler, Dodge y Jeep.
La pandemia de Covid-19 tuvo un impacto significativo en la producción automotriz mundial, y México no fue la excepción. En 2020, la producción de vehículos en México cayó drásticamente, con una disminución del 15.8% a nivel global, afectando el total de vehículos fabricados en el país.
Sin embargo, en 2021 la industria comenzó a recuperarse, con un crecimiento del 3.1% en comparación con el año anterior, aunque aún afectada por la escasez de semiconductores que paralizó muchas líneas de producción. A pesar de estos desafíos, México se mantuvo como el séptimo mayor productor mundial de vehículos en 2021, por encima de países como Brasil, España y Tailandia.
En 2020, México fue el séptimo productor mundial, con una participación del 4.3% en la producción global. En comparación, en 2018 y 2019, el país ocupó el sexto lugar.
El futuro del sector: Movilidad eléctrica y nuevas tecnologías
El futuro de la industria automotriz en México está estrechamente vinculado a la transición hacia la movilidad eléctrica.
En febrero de 2025, las ventas de vehículos híbridos, híbridos conectables y eléctricos crecieron un 29.2% en comparación con el mismo mes de 2024. Este aumento se debe a una mayor oferta de vehículos eléctricos e híbridos en el mercado y al creciente interés de los consumidores por alternativas más sostenibles.
La planta de Ford en Cuautitlán, que produce vehículos eléctricos, es solo uno de los ejemplos de cómo México se está adaptando a las demandas globales de sostenibilidad.
A medida que los gobiernos de todo el mundo impulsan políticas más estrictas en cuanto a emisiones y sostenibilidad, la industria automotriz mexicana se encuentra en una encrucijada: adaptarse a las nuevas tecnologías o perder competitividad.
México está avanzando hacia la producción de autos eléctricos con el proyecto Olinia, la primera armadora mexicana de este tipo de vehículos. Presentado a principios de 2025 por la presidenta Claudia Sheinbaum Pardo, Olinia fabricará minivehículos eléctricos accesibles, con precios entre 90 mil y 150 mil pesos.
Este proyecto busca ofrecer opciones sostenibles de transporte, reducir las emisiones contaminantes y generar empleos en los sectores tecnológico y automotriz. Con modelos planificados para movilidad personal, "movilidad de barrio" y entregas urbanas.
La industria automotriz en México sigue siendo un pilar fundamental de la economía nacional. Con una infraestructura moderna, una mano de obra altamente calificada y costos de producción competitivos, el país ha logrado posicionarse como uno de los principales productores y exportadores de vehículos del mundo.