La migración centroamericana hacia México comenzó a hacerse presente con mayor fuerza en la década de 1980, cuando se dio acogida a personas desplazadas y solicitantes de protección humanitaria que huían de los conflictos armados en esa región. Sin embargo, fue a partir de la década de 1990 que México comenzó a configurarse como un territorio de tránsito regular e irregular para personas migrantes provenientes, principalmente, de Guatemala, Honduras y El Salvador que buscaban ingresar a Estados Unidos.
"Tan cerca que estamos aquí a las vías, va mucho trampita, porque las personas que vienen migrantes ellos traen sus maletas y todo, se vienen con dinero, no vienen a andar pidiendo, pero sí vienen muchos, aquí el sacerdote los apoya, los deja que duerman un día pero ellos van de paso". - María Elena Rodríguez Mora, ciudadana denunciante y afectada.
Hoy en día es muy común verlos vagar por las calles y establecerse en semáforos pidiendo ayuda económica o alimenticia, pero hay otro problema, la delincuencia comienza a disfrazar sus asaltos y actividades ilícitas para hacerlas pasar por inseguridad derivada de la migración, tal como pasa en las colonias y zonas cercanas a la antigua estación de trenes en la capital del estado.
"Pero sí viene mucho que vienen a parte que no son migrantes, son personas de aquí de México, nomás andan viendo, quieren sacar para el vicio, se quedan a dormir ahí, a veces pasa uno y hasta hacen sus necesidades ahí porque ahí se quedan". - María Elena Rodríguez Mora, ciudadana denunciante y afectada.
En 2023, el Instituto Nacional de Migración (INM) registró 782 mil 176 encuentros de migrantes irregulares en México, lo que representó un aumento del 77% en comparación con 2022, cuando se contabilizaron 441 mil 409 visitas.
MIGRACIÓN CENTROAMERICANA EN MÉXICO
Esa cifra incluyó 113 mil 660 menores de 18 años, lo que significó un incremento del 60% comparado con el año anterior, con 71 mil 206 registros, todos ellos luchando contra una doble discriminación.
ALBERTO CARDONA, MEGANOTICIAS.