Fotografía: Starliner/NASA
La NASA y la compañía privada Boeing ultiman este jueves los preparativos para la segunda misión de prueba de la cápsula Starliner con destino a la Estación Espacial Internacional (EEI), cuya partida está prevista para la tarde del viernes desde el Centro Espacial Kennedy, en Florida (EE.UU.).
Según informó este jueves la agencia espacial estadounidense, la cápsula CST-100 Starliner de Boeing, montada sobre un cohete Atlas V, ya se encuentra en una plataforma de despegue del complejo espacial 41 de Cabo Cañaveral con vistas a su lanzamiento, programado para las 14.53 hora local (18.53 GMT) si la meteorología lo permite. "El clima actual muestra un 50 por ciento de posibilidades de condiciones favorables. Los cúmulos de nubes, la electricidad de la superficie y los rayos siguen siendo las preocupaciones principales", manifestó este jueves la NASA Con el envío de la cápsula no tripulada, que deberá arribar a la EEI el sábado con unas 400 libras (más de 180 kilos) de carga y suministros, Boeing busca ser parte del programa de transporte comercial que desarrolla la NASA junto a socios privados y del que ya participa SpaceX. Boeing efectuó en 2019 una primera misión de prueba con la nave Starliner pero fracasó en su intento de llegar a la estación espacial, debido a problemas con el software, y la cápsula tuvo que aterrizar de emergencia en Nuevo México.
En una rueda de prensa ofrecida hoy, el astronauta Christopher Ferguson, parte del equipo de la llamada Prueba de Vuelo Orbital (OFT-2, por sus siglas en inglés), dijo que han dedicado bastante tiempo a la preparación del lanzamiento y en especial para revisar "cada aspecto" del software de vuelo de la cápsula, ello con miras a las futuras misiones tripuladas. "Estamos muy orgullosos de realizar nuestro segundo vuelo, y estaremos igualmente orgullosos cuando enviemos a nuestra increíble tripulación de (la cápsula) CST luego este año", agregó Ferguson.
Nicole Mann, una de los astronautas que será parte del primer vuelo tripulado de la cápsula en una fecha por confirmar a finales de este año, señaló hoy que Starliner es una "robusta nave espacial con un montón de capacidades" y cuya última versión presenta un "gran salto tecnológico" en lo que se refiere a funciones automáticas. No habrá tripulación a bordo pero en esta misión el asiento del comandante será ocupado por Rosie the Rocketeer, un dispositivo de prueba antropométrica que contiene 15 sensores para recopilar datos sobre lo que experimentarán los astronautas durante los vuelos.
Se espera que la cápsula arribe a la EEI el sábado, poco después de las 15.00 hora del este de EE.UU., y luego permanezca ahí hasta regresar a algún punto del oeste de EEUU, previsiblemente el 5 de agosto.
De acuerdo a la NASA, la Starliner retornará con más de 550 libras (casi 250 kilos) de carga, incluidos los tanques reutilizables del Sistema de Recarga de Nitrógeno y Oxígeno (NORS) que proporcionan aire respirable a los miembros de la tripulación de la estación espacial. El vuelo de prueba del viernes analizará las capacidades de Starliner, "desde el lanzamiento hasta el atraque, el reingreso atmosférico y un aterrizaje en el desierto en el oeste de los Estados Unidos", de acuerdo a la NASA.
El éxito de la misión le permitiría a Boieng cerrar una semana de buenas noticias, tras informar el miércoles que ganó 567 millones de dólares entre abril y junio, poniendo fin a casi dos años de pérdidas trimestrales y dejando su beneficio neto en 6 millones de dólares desde el comienzo de 2021, gracias sobre todo al aumento de entregas de aviones comerciales como el 737 MAX. EFE