Una docena de integrantes de los pueblos originarios se reunieron en el centro histórico de Tepic para exigir y prohibir a las y los candidatos a un puesto de elección popular, que usen sus trajes típicos, lenguas, o cualquier simbología de las etnias; principalmente la Wixárika (Huichol), con fines políticos, pues se dijeron cansados de ser utilizados como bandera para luego ser dejados de lado e ignorados cuando el interesado llega a alcanzar la victoria en las urnas.
Mediante un manifiesto público se dio lectura a los puntos de prohibición, los cuales consisten en la prohibición a los partidos políticos, coaliciones o candidaturas comunes en el uso y exhibición de imágenes, símbolos, vocablos, lengua, música, arte y cualquier otro elemento que pertenezca a la identidad de los pueblos originarios durante el proceso electoral.
Se dijeron únicos dueños de la propiedad de derecho del patrimonio cultural colectivo y propiedad intelectual propia, así como guardianes y protectores, de allí su inconformidad y molestia.
ALBERTO CARDONA, MEGANOTICIAS.