El sector de la construcción en México enfrenta una contracción sostenida, según los últimos datos del Instituto Nacional de Estadística y Geografía (Inegi)
En enero de 2025, el valor de la producción de las empresas constructoras registró una caída mensual del 4.2%, extendiendo su racha de retrocesos a siete meses consecutivos. En comparación anual, la contracción alcanzó el 19.2%, consolidando nueve meses de declive ininterrumpido.
Este escenario se vincula directamente con la conclusión de megaproyectos emblemáticos del sexenio anterior y la transición gubernamental, que han limitado la inversión pública en nuevas obras. La industria, que históricamente ha sido un motor económico, muestra ahora una desaceleración pronunciada, con efectos en cadena sobre la generación de empleo y la actividad productiva.
Aunque el personal ocupado total aumentó 0.9% mensual en enero, esta recuperación parcial no compensa la caída anual del 7.5%
La contratación dependiente de las empresas creció 1.1%, mientras que el personal no dependiente (contratado por honorarios o comisiones) avanzó 0.4%. Sin embargo, las horas trabajadas mostraron una tendencia divergente: subieron 1% mensual, pero cayeron 9.4% respecto a enero de 2024.
El valor de la construcción se redujo 20.1% anual, mientras que las remuneraciones apenas evitaban una caída mayor (-0.4%). Este panorama contrasta con el crecimiento del 31.3% registrado en 2023, cuando proyectos ferroviarios y urbanísticos impulsaban la actividad.
La industria, que emplea a millones de trabajadores, enfrenta ahora un desafío estructural. La conclusión de obras emblemáticas y la ausencia de nuevos proyectos de envergadura han desacelerado la dinámica del sector, con impactos en la economía real
Conocer el estado del sector de la construcción en México es importante porque impacta directamente en la economía, el empleo y el desarrollo urbano del país. Esta industria es un termómetro del crecimiento económico, ya que una inversión sólida en infraestructura impulsa la generación de empleo y mejora la calidad de vida. Además, su evolución refleja el acceso a vivienda, el mantenimiento de carreteras y la modernización de ciudades, factores clave para el bienestar social y la competitividad nacional.
Como ciudadanos, estar informados nos permite entender cómo se distribuyen los recursos y exigir mejoras en la planeación y ejecución de proyectos