La calle Copal en su cruce con la calle praxedis Guerrero se suma a la interminable lista de vialidades que requieren con urgencia la intervención de la secretaría o la dirección de obras públicas, pues el desgaste del asfalto ya es bastante notorio.
Los baches han convertido a esta calle, que es transitada por los camiones del servicio de transporte público, en un "campo minado", qué se extiende por 10 cuadras y afecta a tres colonias distintas: la colonia ojo de agua, Santa Cecilia, Ingeniero Aguayo y Faisán.
Los vecinos confirman que se han hecho las solicitudes correspondientes a las autoridades, sin obtener ninguna respuesta.