La contingencia sanitaria por COVID-19, provocó que los artesanos de rebozo en el municipio de Tenancingo, pararan la producción y venta al 100 por ciento.
Sin embargo la necesidad de poder obtener ingresos
Los económicos los obligó a innovar su producto convirtiendo el rebozo, en diferentes prendas, aretes, gorras y sombreros.
Actualmente este cambio, ha podido repuntar sus ventas en un 80 por ciento pero solo de los artículos de innovación, mientras que el rebozo por sí solo apenas alcanza un 20 por ciento.