El cambio climático se ha consolidado como uno de los desafíos más apremiantes de nuestra era, alterando los patrones climáticos.
Con el aumento continuo de las temperaturas globales, estamos siendo testigos de un incremento en la frecuencia e intensidad de fenómenos meteorológicos extremos. Según datos del Instituto de Ciencias de la Atmósfera y Cambio Climático de la UNAM, el año 2023 fue el más seco para nuestro país.
Desde 1960, México ha experimentado un aumento significativo en las temperaturas promedio. Este calentamiento ha resultado en una notable reducción de los días frescos y un incremento en las noches cálidas, alterando así el clima al que estábamos acostumbrados. además de que se batieron récords en temperaturas, olas de calor e incendios forestales.
Los impactos proyectados del cambio climático para México abarcan diversas áreas críticas. lo que ha generado preocupaciones sobre la disponibilidad de recursos hídricos y el impacto en la agricultura y los ecosistemas.
Uno de los sectores que corre mayor riesgo debido al cambio climático es la agricultura. Los cambios en las temperaturas y las precipitaciones han alterado los ciclos de cultivo, afectando la productividad de las tierras agrícolas. Las sequías prolongadas y las lluvias torrenciales han reducido la calidad y cantidad de las cosechas, lo que pone en peligro la seguridad alimentaria y la economía.
Un nuevo informe del Programa de Naciones Unidas para el Medio Ambiente indicó que el progreso de adaptación se está desacelerando, pues los avances en materia de adaptación climática se están ralentizando en todos los ámbitos, pese a que deberían acelerarse para poder hacer frente a las consecuencias cada vez más graves del cambio climático.